Científicos estadounidenses han demostrado que el alcohol es capaz de fomentar el desarrollo de los vasos sanguíneos que alimentan los tumores y acelarar así el crecimeinto del cáncer.

No es la primera vez que un estudio científico aborda la relación entre el cáncer y el consumo de alcohol; de hecho, varias investigaciones estadísticas han demostrado desde hace casi cien años el riesgo que sufren los bebedores. Sin embargo, los mecanismos por los que los componentes de las bebidas alcohólicas son capaces de inducir la aparición de tumores no estaba muy clara hasta ahora.

Científicos de la Universidad de Mississipi (EEUU) proponen un modelo en la revista «Cancer», que edita la Sociedad Americana de Oncología, para explicar este hecho.

Su conclusión, después de llevar a cabo varios experimentos con embriones de pollo, es que el etanol, principal componente de estas bebidas, es capaz de aumentar el tamaño de los tumores y los niveles de los factores de crecimiento epiteliales (VEGF), una proteína implicada en los procesos que llevan a la aparición de los vasos sanguíneos que alimentan al tumor.

Durante nueve días, el doctor Jian-Wei Gu y su equipo administraron etanol (0,25 gramos por kilo de peso) a los animales, a los que se habían inyectado peviamente células de un tipo de tumor denominado fibrosarcoma. Frente a los que sólo fueron tratados con sueros, el volumen de los tumores se duplicó en el grupo «alcoholizado», y la invasión de los vasos sanguíneos por las células malignas se multiplicaron por cuatro.

«Basándonos en nuestros trabajos anteriores podemos afirmar que el consumo moderado de alcohol es capaz de inducir la angiogénesis [el proceso por el cuál los tumores generan nuevos vasos sanguíneos de los que se nutren para poder crecer]», señala el trabajo.

A juicio de los autores, este modelo explica bien los mecanismos por los cuales el consumo de bebidas alcohólicas favorece la progresión de tumores tan diversos como los de boca, esófago, hígado, mama o colon.