El estudio, que aún continúa en marcha, ha comparado las historias familiares de cáncer de 806 pacientes con tumor pulmonar con las de los familiares de 663 pacientes del grupo control. Después de valorar los datos disponibles, el equipo de Carol Etzel, del Centro del Cáncer Anderson de la Universidad de Texas, en Houston, ha indicado que parece que se han encontrado evidencias de que la susceptibilidad individual al tabaco y al cáncer de pulmón pueden estar determinadas genéticamente.

«Sólo el 15 por ciento de todos los fumadores desarrolla cáncer de pulmón y las familias de esos fumadores creemos que son más propensos que otros miembros a desarrollar cáncer si fuman. Pero todos tenemos un familiar que ha fumado durante años y no hemos desarrollado cáncer, mientras que hay sujetos que tienen cáncer y nunca han fumado. Esas diferencias individuales son las que estamos estudiando».

Estilo de vida

Los investigadores han entrevistado a más de 6.430 familiares de pacientes con cáncer y a 5.505 familiares de los sujetos que formaban el grupo control. Les preguntaron sobre sus hábitos tabáquicos y los de sus familiares y si tenían algún miembro que había desarrollado algún tumor asociado al tabaco, como el de pulmón, vejiga, riñón, cabeza y cuello y páncreas. La mayor parte de los pacientes con cáncer mayores de 60 años eran fumadores.

Los investigadores observaron que el riesgo de cáncer de pulmón entre los familiares de los fumadores era dos veces superior al de los no fumadores y entre este grupo no se vio un aumento del riesgo.

Si se detectan los genes responsables de la susceptibilidad de desarrollar cáncer de pulmón y otros tumores asociados al tabaco, será posible identificar a subgrupos de fumadores que se encuentran en un riesgo elevado de desarrollar cáncer de pulmón, por lo que se podrán implantar programas de intervención precoz.

En la citada reunión, el equipo de Mfon Cyrus-David, del Centro del Cáncer Anderson, ha presentado otro estudio que indica que mantener el índice de masa corporal, efectuar ejercicio físico moderado y someterse a cribajes frecuentes antes del diagnóstico pueden ser elementos importantes para detener el progreso del cáncer de próstata.

Las conclusiones son preliminares y se tienen que analizar más elementos del estilo de vida que puedan influir en la progresión del tumor.

Folatos y vejiga

Los sujetos que no ingieren el suficiente fotalo son tres veces más propensos a desarrollar cáncer de vejiga que los que siguen una dieta rica en frutas y verduras, que tienen la capacidad suficiente como para reparar el daño del ADN, según un estudio coordinado por Matthew Schabath, del Centro del Cáncer Anderson de la Universidad de Texas, cuyos resultados se han presentado en la reunión de Toronto.

Los investigadores han analizado el papel de cuatro genes que participan en la reparación del ADN en las muestras de 272 pacientes con cáncer de vejiga y se han comparado con los 257 voluntarios aparentemente sanos.