“El consumo crónico de cannabis provoca trastornos frecuentes del estado emocional, como ansiedad o depresion”. Así lo ha afirmado el catedrático de psicobiología de la Universidad Complutense de Madrid, Miguel Navarro, en la rueda de prensa celebrada durante el Seminario sobre Cannabis y Cannabinoides, que se desarrolla en Alicante hasta mañana sábado.
El encuentro científico, dirigido a profesionales de la red asistencial y de prevención, ha sido organizado por la Fundación para el Estudio, Prevención y Asistencia a las Drogodependencias (FEPAD), ante la tendencia al alza en el consumo de cannabis a nivel nacional.
El seminario tiene el objetivo de difundir el Informe sobre Cannabis 2004: Análisis de Situación y Propuestas de Actuación, elaborado a petición del Plan Nacional de Drogas, ante el “preocupante” aumento del consumo de cannabis. Actualmente, esta sustancia es la droga ilegal más consumida por los jóvenes, un 30%, según el Plan Nacional de Drogas.
El informe ha sido realizado por un grupo nacional de expertos (juristas, investigadores básicos y clínicos y profesionales de prevención) y aborda no sólo las características del cannabis y las consecuencias de su consumo, sino que propone actuaciones de información, prevención, normativas y científicas para corregir las tendencias de consumo detectadas.
Uno de los factores que recoge el informe y que ha puesto de manifiesto el director general de Atención a la Dependencia, Bartolomé Pérez Gálvez, es la baja percepción de riesgo y permisividad que tiene la población hacia el cannabis. “Quienes piensan que fumar hachís o marihuana provoca ningún o poco daño lo consumen cuatro veces más que quienes opinan que produce algún o mucho perjuicio”, declaró Pérez Gálvez señalando un dato del PND.
Asimismo, el Informe sobre Cannabis 2004: Análisis de Situación y Propuestas de Actuación alerta sobre la dificultad para concentrarse en el trabajo y los estudios como consecuencia del consumo repetido de cannabis. El informe también advierte sobre el hecho de que el consumo habitual potencia las sustancias psicoactivas de la nicotina y del alcohol e incide en que, fumado, aumenta el riesgo de contraer enfermedades broncopulmonares.
Miguel Navarro, que además es vocal de la Sociedad Española de Cannabinoides y co-autor del informe, ha añadido que el consumo habitual de cannabis “puede traducirse en estados de irritabilidad, nerviosismo y trastornos del sueño. Al mismo tiempo, en pequeñas dosis, esta sustancia actúa como un ansiolítico, lo que provoca que la persona consuma cada vez más para paliar su ansiedad”. El catedrático de Psicobiología en la Universidad Complutense de Madrid ha añadido que un 10% de los consumidores ocasionales de cannabis cumplen criterios de adicción y presentan síndromes de abstinencia leves, no por ello menos importantes.
Por último, Pérez Gálvez ha lamentado la confusión “interesada o no” en el discurso sobre las supuestas bondades del cannabis y ha insistido en la necesidad de no confundir el uso recreativo de esta sustancia con el uso terapéutico de los cannabinoides. En este sentido, el director de Atención a la Dependencia del Gobierno valenciano ha afirmado que hay que continuar investigando “como marcan los cánones científicos y no buscando la dispensación de cannabis en las farmacias”, en una alusión directa a la Conselleria de Sanitat catalana.