El doctor Esteban Ruiz de Gordejuela, neumólogo del Hospital Universitario Basurto (Bilbao), hizo público, en el transcurso de una conferencia sobre deshabituación tabáquica, un estudio de la agencia federal de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos que evidencia que «el consumo de cigarrillos electrónicos se ha duplicado en Estados Unidos entre los estudiantes de secundaria y de enseñanzas universitarias de 2011 a 2012».

Tal como explicó el Dr. Ruiz de Gordejuela, el porcentaje de estudiantes de secundaria que ya han probado alguna vez el cigarrillo electrónico ha pasado del 4,7% en 2011 al 10% en 2012. En el mismo periodo, el tanto por ciento de universitarios que admitieron haber hecho uso del cigarrillo electrónico en los últimos 30 días aumentó del 1,5% al 2,8%. Este porcentaje de uso también se dobló entre los de secundaria.

Según informó este especialista, «se calcula que alrededor de 160.000 jóvenes americanos han accedido a la nicotina por primera vez a través del cigarrillo electrónico, sin haber probado antes el cigarrillo convencional. De hecho, 1,7 millones de jóvenes estadounidenses hicieron uso del cigarrillo electrónico en 2012».

Reflejo de la situación en EE. UU.

Ante el auge del cigarrillo electrónico en España, y teniendo como referencia este estudio y otros en la misma línea desarrollados en países europeos, el Dr. Ruiz de Gordejuela recordó que «el 90% de los nuevos fumadores son adolescentes. Si un joven usa un cigarrillo electrónico con nicotina, sin ninguna duda, se va a hacer adicto a esta droga. Y, después de eso, podrá pasar a otras formas de consumo, como el cigarrillo convencional. Merece la pena recordar que la adicción a la nicotina es, en muchos casos, una adicción de por vida, y responsable de enfermedades tan graves y tan prevalentes como el cáncer de pulmón y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)».

Para este experto, «el cigarrillo electrónico es una entrada a la adicción a la nicotina, que es la base de los dos productos, el electrónico y el convencional. No sólo nos preocupa que se incorporen al cigarrillo electrónico, sino que esto sea una puerta de entrada al consumo de tabaco convencional. Esto sí lo conocemos y por eso los profesionales sanitarios estamos preocupados».

Efectos en la salud derivados del consumo de cigarrillos electrónicos

El ponente recordó, asimismo, lo expuesto por el informe ‘Cigarrillos electrónicos: situación actual, evidencia disponible y regulación’, divulgado hace pocas semanas por la dirección general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, en que se indica expresamente que «no se pueden excluir los riesgos para la salud asociados al uso o a la exposición al vapor de los cigarrillos electrónicos. A corto plazo, se han hallado efectos fisiológicos adversos en las vías respiratorias similares a aquellos asociados al humo del tabaco. Son necesarios más estudios para conocer los efectos a largo plazo».

Además, concluyó, «se han encontrado sustancias cancerígenas en líquidos y vapor de cigarrillos electrónicos; se han descrito efectos adversos relacionados con el uso de estos productos, algunos severos; y, asimismo, la utilización de estos productos genera emisión de propilenglicol, nicotina y sustancias cancerígenas que contaminan los espacios cerrados».

Dejar de fumar o fumar menos con el cigarrillo electrónico: un mito

Según avanzó el neumólogo del Hospital Universitario Basurto, «el consumo de cigarrillos electrónicos puede incidir negativamente en el descenso del consumo de cigarrillos convencionales entre la población de los países de Europa occidental, descenso que se está constatando en los últimos tiempos gracias a las restricciones en su consumo, el aumento de los precios y las campañas de promoción de la salud que se están llevando a cabo».

Tal y como manifestó, «no se puede decir que el cigarrillo electrónico sirva para dejar de fumar o para fumar menos. Ningún profesional sanitario recomienda utilizar los cigarrillos electrónicos para ninguno de estos dos motivos. El aumento del consumo de los cigarrillos electrónicos es una reacción espontánea de los fumadores movidos por la publicidad y la disposición del producto.