Estados Unidos, país pionero en abanderar la lucha contra el tabaquismo, se rinde en la actualidad al consumo de marihuana, que cada día va a más.

El porro y las chucherías en la materia se han convertido en objeto de culto. No hace falta que dos tenistas que participan en el Abierto de EE.UU. digan que en las pistas neoyorquinas de Flushing Meadows se experimenta el aroma de la hierba. Eso es algo que certifica cualquier turista que aterrice en la Gran Manzana, en especial aquellos que ya habían estado y llevan unos años sin venir: Nueva York huele a marihuana.

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