Cuando Óscar era adolescente ya sentía cierto interés por el cannabis. La primera etapa era una luna de miel, una fase de enamoramiento. Pasaban los años y poco a poco se convertía en algo más complejo.
«Si yo hubiera sabido que 25 años después de consumir por primera vez iba a acabar en un centro de desintoxicación, nunca lo habría hecho» afirma. «Cuando tenía 14 años, ya empecé a coquetear un poco con los porros, ya sabes, de fiesta, con los amigos, está muy normalizado» añade.
Es una edad peligrosa en la que la personalidad no está formada y los gustos aún están por definirse. La última edición del informe EDADES sobre el alcohol y otras drogas en España, con datos de 2024, refleja la percepción del alcohol como una sustancia menos peligrosa.
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