El Gobierno francés quiere dar una vuelta de tuerca a la lucha contra el tabaco, a partir de la constatación de que el consumo ha aumentado, y tiene intención de prohibir los cigarrillos electrónicos desechables, que constituyen una puerta de entrada al hábito para los jóvenes.
En una entrevista emitida este domingo por la emisora RTL, la primera ministra, Élisabeth Borne, lo justifica porque «dan malos hábitos a los jóvenes. Se puede decir que no hay nicotina, pero es un reflejo y un gesto al que los jóvenes se acostumbran. Así van hacia el tabaquismo».
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