Más de 230 trabajadores esperan en vilo la decisión de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) del Ministerio de Sanidad para conceder una autorización para producir cannabis medicinal en Garray, a 9 kilómetros de Soria, casi a la vera del río Duero. Son los mismos empleados del que fue el mayor invernadero de Europa de rosas rojas, la mayoría ahora en ERTE tras haber comprado la empresa un fondo inversor de EEUU especializado en el sector cannábico. Los sindicatos alertan de que este proyecto es «vital» para el futuro de la capital de la España vaciada.

Aleia Roses era una de las mayores empresas de Soria, una de las siete que llegó a tener más de 250 trabajadores en una provincia con poco más de 89.000 habitantes. En dos invernaderos gigantescos, de siete hectáreas cada uno, se cultivaba la variedad Red Naomi, considerada como una de las mejores del mundo por la intensidad de su color rojo, número de pétalos, grosor del tallo y la duración de hasta dos semanas en un florero. La mayor parte de la producción se enviaba a Holanda, potencia mundial del sector, y luego también a Suráfrica. La empresa, al presentarse en sociedad en 2016, dijo que había invertido 50 millones de euros y que preveía producir 40 millones de flores al año.

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