Ayer se reunió la comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial, formada por los responsables de salud pública del Ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas, para analizar el Plan Integral contra el Tabaquismo 2024-2027 diseñado por el equipo de Mónica García e incorporar las propuestas realizadas por las autonomías. El consenso, según fuentes consultadas por este periódico, está garantizado, entendiendo como tal que todos los implicados tienen claro que hay que avanzar en la lucha contra esta adicción y dar un empujón para conseguir no solo reducir el número de fumadores, sino evitar que los más jóvenes se sumen al tabaquismo. Hasta aquí el consenso (que no es poco).
Otra cosa es hasta qué punto se quiere avanzar para acabar con una adicción que mata cada año a 50.000 personas (entre ellos, medio millar de fumadores pasivos) y que está detrás de 16 tipos de cáncer. Porque el plan incluye la reforma legal de la ley contra el tabaco del 2010, ampliando los espacios sin humo. Y ahí está el gran escollo, si se incluyen las terrazas de bares y restaurantes, como lugares donde no se puede fumar.
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