El plan Nacional sobre Drogas, en colaboración con el Instituto de la Mujer, tienen previsto poner en marcha el próximo año una serie de programas específicos destinados a prevenir el consumo de drogas entre los colectivos de mujeres más “vulnerables”, como son las amas de casa, las víctimas de violencia de género, las mujeres en prisión o las que han sufrido acoso sexual, según ha informado la representante del Plan, Carmen Moya.

La delegada del Gobierno valoró «positivamente» la colaboración que en los últimos años han mantenido ambas instituciones para la puesta en marcha de iniciativas que ayudan ahora a comprender «la compleja realidad de las mujeres adictas a las drogas», un hábito que la mayoría adquiere para «evadirse» de sus problemas o «por culpa de la dependencia emocional que sufren de sus parejas drogodependientes».

Según Moya, a partir de 2007 el objetivo será la puesta en marcha de programas para «reforzar la autoestima y la autonomía» de estos colectivos de mujeres que, en la mayoría de los casos, no son conscientes de su problema bien porque realizan un «consumo oculto» de la sustancia, como en el caso del alcohol, bien porque su ingesta está «socialmente aceptada», como en el caso de los somníferos y tranquilizantes y como ocurre con el tabaco.

Los datos de la VI Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Drogas en España 2005-2006, que se basó este año en un total de 27.869 entrevistas, revelan que las mujeres sólo superan a los hombres en el consumo de somníferos y tranquilizantes con o sin receta. Actualmente, un 5,2 por ciento de las mujeres reconoce que los consumen sin receta, frente al 2,4 por ciento de 1997.

En segundo lugar, destaca el consumo de tabaco -del que son consumidoras habituales el 32 por ciento de las españolas entre los 15 y 34 años de edad- y también el alcohol, consumido a diario un 10,3 por ciento de las mujeres españolas con edades entre los 15 y los 34 años, siendo bebedoras de riesgo según la encuesta el 4,9 por ciento de las mujeres con edades entre los 25 y los 34.