En las redes sociales corre como la pólvora. Es el vídeo de un turista inglés en la playa de Magaluf, Mallorca, prácticamente poseído, que debe ser reducido por más de diez agentes ante su locura de morder a quien se le pusiera por delante. Al más puro estilo The Walking Dead o apocalipsis zombi. Al parecer el joven habría consumido la droga caníbal, llamada así porque uno de los efectos es ese instinto animal. Cunde la alarma y se habla de varios casos. La droga que provocó que hace dos años en EEUU un joven veinteañero se comiera el 75% de la cara de un vagabundo y acabara abatido por la Policía, parece haber llegado a España.

La Guardia Civil de Baleares tranquiliza a la población. Esta droga llegó en una partida muy pequeña a las islas hace meses, «se consumió y no ha vuelto a aparecer», cuentan fuentes del cuerpo. De hecho, a los agentes no les dio tiempo a intervenir la sustancia para su análisis, a pesar de que estaban al tanto de su circulación.

Además, aseguran que el comportamiento del joven de Mallorca no tiene por qué deberse a la droga caníbal. «Los turistas consumen alcohol y varias sustancias a la vez y sus efectos son parecidos a los del joven de Mallorca. Pasa todos los días de verano, cada noche. Los chicos se ponen agresivos por el cóctel que han consumido y hay que atarles a la cama del hospital«, explican desde la Guardia Civil.

Paranoia y psicosis

Metiendioxipirovalerona. Ese es el nombre de la susodicha sustancia conocida como droga caníbal o por sus siglas MDPV. Se vende en internet como sales de baño y es muy fácil de conseguir.

Sus efectos pueden durar siete días. Siete días de paranoias, psicosis, pérdida de sentido del cuerpo, agresividad y sensación de que todos a tu alrededor quieren atacarte, de ahí el instinto de querer defenderte a toda costa. Solo se puede esperar a que sus efectos se pasen o contrarrestarlos con fármacos de efecto contrario, como el valium.

«Quien consume esta sustancia tienen una experiencia tan horrible que no vuelve a probarla», explica el doctor Carlos Tejero, vocal de la Sociedad Española de Neurología. De hecho, durante un tiempo están en tratamiento porque al más mínimo síntoma de que pueden vivir algo similar entran en pánico, en una ansiedad permanente.

Los efectos de MDPV a largo plazo son imposibles de conocer pero, por otras drogas, el consumidor podría tener un envejecimiento prematuro del sistema nervioso. «Nos podemos fijar en otras sustancias. En los años 60 y 70 se consumía una especie de heroína marrón. Los que la tomaron padecen ahora párkinson. O los que tuvieron contacto con una serie de tóxicos en los 80 hoy su envejecimiento es mucho peor que el resto», apunta el doctor.

Según explica Tejero, nuestro cerebro transmite información de una neurona a otra a través de la liberación de unas sustancias que impacta en los receptores. Para que no estén en constante estimulación, el cerebro hace un barrido y retira esa sustancia. «Pero esta droga inhibe ese proceso, la recaptación».

El MPDV afecta a dos sustancias en concreto: dopamina y la noradrenalina. Alterar la segunda sustancia provoca aumentar la temperatura del cuerpo -por eso mucho de los afectados acaban desnudos-, acelera el corazón y la respiración, etc. En el caso de la dopamina, una sobredosis, puede provocaresquizofrenia, paranoia, alucinaciones... «Nos preocupa seriamente cómo afectará este consumo a largo plazo pero nos resultará muy difícil conocerlo. En muchas ocasiones es muy difícil saber qué tomaron en su día, en qué cantidades, y cuáles eran sus componente», reflexiona el doctor.