“Es un estudio de las consecuencias que para la población no fumadora puede tener el hecho de que la ley se cumpla”, explicó ayer en la presentación del informe, el responsable de Comunicación de la OCU, Antonino Joya.

Los espacios visitados por la organización para realizar el informe se dividen en dos grandes grupos: establecimientos de hostelería (panaderías con cafetería, cadenas de restauración rápida, cafeterías en centros comerciales, bares, restaurantes de más de 100 metros cuadrados…) y transportes y otros centros de uso público (centros comerciales, facultades universitarias, edificios administrativos, hospitales, metro, tren, aeropuertos…).

La conclusión del estudio afirma que el primer grupo es el que presenta mayor número de incumplimientos y donde la señalización es, según la OCU, “una asignatura pendiente”, ya que el 22 por ciento de los establecimientos visitados no disponen de ninguna señal exterior.

En cuanto a los locales «mixtos», es decir, aquellos que han habilitado una zona para fumadores, la OCU advierte en su informe que muchos de ellos no han cumplido con el 30 por ciento del espacio establecido por ley para estas estancias, ya que el 85 por ciento de los restaurantes visitados dedican más espacio del establecido. Asimismo, otro aspecto destacable, es que el 37 por ciento de los restaurantes visitados no aísla adecuadamente la zona para fumadores y utiliza, según la OCU, “recursos de todo tipo: cuerdas, biombos, carteles…”.

En relación al cumplimiento de la ley en los espacios públicos no hosteleros, el estudio advierte de que el 12 por ciento de los lugares visitados no señalizan debidamente si se puede o no fumar, siendo el transporte el sector que menos lo indica.

El dato “más preocupante” para la OCU, por su carácter sanitario, es el hecho de que en dos hospitales (uno en Barcelona y otro en Vigo) no haya ninguna indicación y que en la cafetería de un hospital de Sevilla se permite fumar.

Asimismo, y en relación a los ‘espacios sin humo’ de este segundo grupo de establecimientos no hosteleros, el informe indica que el 18 por ciento no cumple con la legislación y destacan en este punto estaciones de autobuses, interior de estaciones de tren y cafeterías de facultades universitarias.

El responsable de Comunicación de la OCU aprovechó la ocasión para advertir “la disparidad” en el cumplimiento de la ley contra el tabaquismo en las distintas Comunidades Autónomas y destacó el “desigual nivel de inspección” y la “manga ancha” de desarrollo de la Ley en algunas de ellas.

En relación a este asunto, Joya destacó los decretos de desarrollo de la Ley, establecidos en la Comunidad Valenciana y en la Comunidad de Madrid, que han sido recurridos por la organización. “Son normas que responden más a intereses políticos y electorales, que realmente al interés de la salud de la salud de los consumidores de esas comunidades autónomas”, apuntó.

En concreto, en la Comunidad de Madrid se permite fumar en conmemoraciones y actos oficiales, en zonas que no estén del todo cerradas o en espacios al aire libre. Asimismo, y según indicó el responsable de Comunicación, se ha concedido una “moratoria” a los hosteleros para adaptar sus locales y “un régimen particular” para establecer los metros cuadrados de sus locales.

Respecto a la Comunidad Valenciana, Joya advirtió que se permite a los locales establecer zonas de fumadores «sin necesidad de compartimentar el espacio, instalando únicamente biombos o cuerdas», señaló.

Centros de trabajo y aeropuertos

Para la OCU una de las contradicciones de esta Ley, al margen del informe que presentó ayer, es lo que ocurre en el ámbito laboral, y en particular con aquellas personas que trabajan en los establecimientos en los que se permite fumar. “La primera causa de baja laboral es la exposición al humo del tabaco”, aclaró Joya.

Asimismo, los responsables del informe quisieron advertir sobre la forma en que Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) ha aplicado la Ley. Joya indicó que las terminales 1, 2 y 3 se han dotado de espacios «más o menos cerrados», pero que no cumplen con la legislación por carecer de puertas o sistemas que los aíslen del exterior.

Además, el responsable de Comunicación advirtió que en la T4 no se ha resuelto el sistema de aislamiento para las zonas de fumadores, debido a la altura de los techos. «Este problema no se tendría que plantear si el aeropuerto hubiera decidido que no se fuma en toda la terminal 4, que hubiera sido lo más lógico», concluyó.