Un trabajo publicado en el «Journal of Immunology» sugiere que el tabaco no sólo promueve el desarrollo del cáncer sino que, además, ayuda a las células tumorales a escapar a la detección por parte del sistema inmunitario.

Investigadores de la New York University han observado que las células expuestas al tabaco contienen menos sustancias en su superficie utilizadas para señalizar si esas células son peligrosas y deben ser destruidas por el sistema inmunitario. Esas células con menos sustancias señalizadoras, en caso de convertirse en tumorales, tienen más probabilidades de escapar a la acción inmunitaria y así crecer y diseminarse por el organismo.

El mecanismo de alerta en las células son las moléculas HLA de clase 1. Situadas en la superficie celular, presentan un proteína derivada de sustancias nocivas del interior de la célula, que es reconocida por los linfocitos T citotóxicos encargados de destruirla.

En los experimentos se ha comprobado que células expuestas al tabaco presentan menor cantidad de moléculas HLA de clase 1.