“El profundo efecto del tabaquismo sobre el desarrollo fetal es irreversible y puede producir un deterioro en la salud y el bienestar de los hijos durante toda su vida” afirma el Dr. Meter Hindmarsh en la reunión anual de las British Endocrine Societies, que se está celebrando en Glasgow, Reino Unido, esta semana. “En concreto” añade, “el reducido tamaño cerebral que se registra en los hijos de madres fumadoras puede conducir a un deterioro de las capacidades cognitivas del niño”.

El Dr. Hindmarch y su equipo del University College de Londres, estudiaron 1.650 madres embarazadas, entre las que había 200 fumadoras durante todo su embarazo. Los investigadores midieron el flujo sanguíneo entre el feto y la placenta y monitorizaron los niveles de un grupo de hormonas llamados factores de crecimiento tipo insulina (IGF), que son esenciales para el crecimiento del feto y el desarrollo de sus órganos. Tras el nacimiento, los investigadores pesaron a los recién nacidos y midieron su perímetro craneal, que es un indicador del tamaño del cerebro.

“El perjuicio que causa el tabaco durante el embarazo es bien conocido, pero este es el primer estudio que relaciona todos los elementos de flujo sanguíneo reducido, niveles de IGF y crecimiento fetal” señala el Dr. Hindmarch.

Los investigadores encontraron que el flujo sanguíneo fetal de la arteria que une el feto a la placenta era menor en las mujeres fumadoras, lo que producía una lesión en la placenta y restringía el paso de nutrientes esenciales para el feto. También demostraron que la cantidad de IGF en la sangre del cordón umbilical se reducía en función del número de cigarrillos que fumaba la madre. A mayor número de cigarrillos, menores de niveles de hormonas. Y en consecuencia, mayor reducción del peso del niño, de la duración del embarazo y del desarrollo de la cabeza del feto. Un bajo peso al nacer se ha relacionado con varias enfermedades en la edad adulta, como mayor riesgo de hipertensión arterial, diabetes e infertilidad.

Este reciente estudio también incluyó un grupo de mujeres que dejaron de fumar cuando supieron que estaban embarazadas. “La función de la placenta, los niveles de IGF y el peso y tamaño del recién nacido, fueron todos normales en estas mujeres” afirma el Dr. Hindmarsh. “Esto demuestra aun en un periodo de tiempo relativamente corto, como el embarazo, se puede reducir el riesgo de problemas de salud en el hijo”, concluye.

FUENTE: 22nd Joint Meeting of the British Endocrine Societies. Glasgow, UK, 24-26 March 2003