El tabaquismo aumenta en las mujeres de mayor edad el riesgo de algunos tipos de cáncer colorrectal, según un estudio dirigido por investigadores de la Clinica Mayo. Las conclusiones del trabajo se han hecho públicas durante la reunión anual de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer que se celebra en San Diego (Estados Unidos).

Los investigadores descubrieron que las mujeres que fumaban tenían un mayor riesgo de desarrollar tumores colorrectales que carecían de algunas o de las cuatro proteínas de reparación del ADN, conocidas como proteínas MMR. Estas proteínas mantienen sanas las células de las paredes del colon y el recto debido a que reconocen y reparan los daños genéticos así como los errores que se producen durante la división celular.

Los autores creen que, en esta población de estudio, las proteínas estaban ausentes debido a una alteración genética heredada. Según explica Paul Limburg, director del estudio, «creemos que el tabaquismo induce un trastorno en las células intestinales que no permite a los genes MMR expresar sus proteínas asociadas, y que esta pérdida conduce a la formación de tumores en algunas mujeres».

Los resultados también mostraron una asociación directa entre el número de cigarrillos consumidos al día por las participantes del estudio y un mayor riesgo de desarrollar estos tumores específicos. Estudios anteriores han mostrado una asociación positiva débil entre el consumo de cigarrillos y el desarrollo del cáncer.

«Nuestros descubrimientos sugieren que los tumores podrían formarse debido a que las células no pueden repararse a sí mismas de los daños que induce el tabaquismo. Las toxinas del tabaco parecen evitar que los genes que repararan el ADN produzcan las proteínas beneficiosas», señala Limburg.

Los investigadores examinaron datos de 41.836 participantes del Estudio de Salud de las Mujeres en Iowa y seleccionaron a 1.421 mujeres que desarrollar cáncer colorrectal desde que comenzara el estudio en 1986. Después trabajaron con el registro de cáncer de Iowa y laboratorios de patología del estado para recopilar muestras de tumor de estas pacientes. El estudio, un primer análisis, incluye hasta el momento 432 muestras de aproximadamente el 30 por ciento del grupo.

El equipo analizó los tumores en relación a la presencia de las cuatro proteínas reparadoras del ADN que se sabe están activas en las células de las paredes del colon y el recto. Las muestras que tenían las cuatro proteínas se etiquetaron como MMR-positivo y las que tenían menos de este número como MMR-negativo.

Asociaron entonces esta información con la aportada por los pacientes sobre si habían fumado alguna vez y sobre cuántos cigarrillos solían fumar al día.

Descubrieron que el estatus tabáquico no estaba asociado con el desarrollo del cáncer colorrectal en las 432 pacientes. Sin embargo, cuando los científicos examinaron los cánceres en mujeres fumadoras con relación a la ausencia de genes MMR, se identificó una fuerte asociación entre tabaquismo y estatus MMR-negativo. Así por ejemplo, las exfumadoras tenían un 61 por ciento más de riesgo de cáncer colorrectal MMR-negativo en comparación con las mujeres que nunca habían fumado, y las fumadoras eran dos veces más propensas a desarrollar tumores colorrectales con ausencia de las proteínas reparadoras del ADN.

Según los autores, la asociación entre tabaquismo y cáncer colorrectal MMR-negativo también aumentaba de forma continua con el número de cigarrillos que una mujer fumaba al día. El riesgo relativo de cáncer MMR-negativo aumentaba un 54 por ciento si la paciente fumaba entre 1 y 19 cigarrillos al día, más de dos veces con 20 cigarrillos diarios y más de tres veces en mujeres que fumaban más de una cajetilla y media cada día.

Limburg señala que el vínculo entre tabaquismo con pérdida de proteínas MMR y el desarrollo del cáncer colorrectal podría también producirse en fumadores varones y en personas más jóvenes, pero que el estudio no puede establecer tales asociaciones ya que en él participaron sólo mujeres mayores.