¿Por qué las personas desarrollan una adicción a los juegos de azar o la ludopatía?


Hay un perfil adictivo. Según algunos estudios, quienes producen menos serotonina y dopamina en el cerebro son propensos a la adicción. Por lo tanto, tienen una tendencia a caer en ese riesgo si encuentran las condiciones.

En su libro ‘Por culpa del maldito casino’ usted menciona que estas  personas tienen problemas sociales…

– El título ‘Por culpa del maldito casino’ no es mío, es una frase repetida cientos de veces por las personas que entrevisté para el libro. Todas decían que los problemas son por culpa del maldito casino. Mucha gente cree que para tener dinero rápido hay que ir a un casino. Y este negocio le pone un ambiente, con aire acondicionado, música de fondo y alcohol gratis, que al estar ahí la persona se siente fascinada.

Pero también hay condiciones sociales que influyen.

– Hay unos que lo hacen como válvula de escape para aliviar sentimientos de impotencia, ansiedad, culpa o depresión. En un grupo de 10 mujeres, entre 25 y 35 años, la mayoría me dijo que nunca había ido a un casino. Pero como los maridos eran infieles, las amigas las llevaron a un casino para que salieran de la depresión. Sus esposos volvieron, pero ellas se quedaron con la adicción, y el dinero que les daban para la comida se lo gastaban en el juego. 

Entonces, ¿los adictos al juego están en problemas?

– Hay jugadores  que dicen que no tienen problemas, pero no dicen la verdad. El jugador se vuelve profesional de la mentira.

¿Por qué?

– Trata de ocultar la adicción y busca todos los medios para poner barreras. Pueden repetir historias de quienes dicen que tienen riquezas por el juego. Pero nadie cuenta sus derrotas. Conocí personas que por culpa del juego han estado a punto del suicidio.

¿Cómo una persona puede caer en el vicio del juego?

– Hay que tener muchísimo cuidado con el manejo de la  ludopatía. El joven de hoy parece que ya ha hecho la premilitar del mundo del juego electrónico. Ese adolescente, que nunca entró a un casino, no necesitará que le enseñen a manejar la máquina  tragamonedas, porque tiene la predisposición de la habilidad tecnológica.

¿La persona sabe cuándo cruza a la línea del vicio?

– La ludopatía  tiene un proceso. La persona no se da cuenta en qué momento la adicción la atrapó. Es como en el alcohol, con el primer trago no se hará alcohólico. Uno de los síntomas del adicto es que después de disfrutar el primer gusto, tiene la necesidad de apostar grandes cantidades para lograr el mayor grado de excitación… es como el drogadicto, que quiere sensaciones más fuertes.

¿La ludopatía se puede dar con la ruleta, el bingo, las cartas, tragamonedas…?


Todo eso conduce a la enfermedad. Donde esté el juego de azar están los ludópatas. La diferencia entre un juego cualquiera y el de azar es que en este no  intervienen las habilidades físicas de una persona. Va gente en silla de ruedas.

Los dueños también saben cómo enganchar clientes.

– Hay gente que se sumerge en este mundo irreal. Han acuñado la frase ‘hoy es tu día de suerte’. Incluso las nuevas tragamonedas se  hicieron en base a estudios de qué atrae a los clientes. Antes aparecían campanas, melones, bares, el número 7, pero eso no daba la sensación de triunfo; por eso ahora aparecen lingotes de oro y mujeres semidesnudas. La intención de los casinos es la seducción.

Actualmente se debate sobre la legalidad de las casas de juegos de azar, por ejemplo el centro de Guayaquil está lleno de estas. ¿Eso contribuye  a más adicción?

– El gran disfraz de los casinos es el turismo. Si consultamos a las personas que van a las casas de juego, se descubrirá que el 99% es nacional. Un turista no se hospeda en el Hilton, Oro Verde o Sheraton y viene a los casinos de la calle Chimborazo… son negocios puestos para la gente de aquí.

¿Los casinos no deben considerarse actividad turística?

– No creo que ningún turista venga a Guayaquil para ir a los casinos… la ciudad tiene otros atractivos. En países subdesarrollados debe revisarse este concepto.  Fernando Cordero, presidente de la Asamblea, decía que estos negocios no tributan lo que deben. El problema no es la recaudación, sino ver a las familias que están desintegradas por esta adicción.

¿La ludopatía se previene?

– Se puede hacer campaña para prevenir que quienes tengan un perfil adictivo no se dejen seducir del juego y caigan en la ludopatía. El Ministerio de Salud Pública debe hacer estudios para ayudar en esa prevención.

¿Se puede considerar un problema de salud pública a la adicción al juego de azar?

– Definitivamente sí es un problema de salud pública, y a quienes le competen deberían estar muy involucrados. En algunos países recién se debate la necesidad de establecer o no casinos. Hay gente que sabe que la plata no se gana fácil, pero otros se transportan a un mundo mágico, irreal, y hechizado…