El consumo de drogas puede tener consecuencias, y muy graves, en el mente de las personas. Para explicar la relación que tienen y las posibles salidas, el psiquiatra infanto-juvenil de la Unidad de Adolescentes del hospital Gregorio Marañón de Madrid, Miguel Moreno Íñiguez, participó ayer en las XII Jornadas Regionales sobre Drogodependencias que se han celebrado este fin de semana en Albacete, donde fue muy crítico con los que defienden los beneficios del consumo de cannabis «porque no tienen en cuenta los efectos que puede tener a largo plazo».

¿Qué relación tienen las drogas con algún tipo de enfermedad mental?

-El sistema nervioso es muy sensible a pequeñas cosas, por eso cuánto más sana sea la vida que lleves y más promociones la salud, mejor. Las drogas no son malas a corto plazo, porque puede que te tomes algo y no te pase nada, pero hay que saber que en cualquier momento te puede cambiar la vida. De repente, te tomas una pastilla que te deja mal y ya te quedas mal para siempre, porque las enfermedades graves psiquiátricas son crónicas o aumentan la vulnerabilidad a padecer nuevos brotes en el futuro. Si no dejas de consumir tienes mucho más riesgo. Por eso los tratamientos tienen que ser bien coordinados con profesores, padres e incluso con el entorno.

Y ¿cómo se puede evitar que los menores sean futuros consumidores de drogas?

-Se puede hacer mucho desde que el niño es un bebé, simplemente dándole cariño y promocionando que se desarrolle lo más sanamente posible se puede conseguir mucho, y eso se debe hacer desde la familia, pero también desde el colegio.

Y, ¿no se hace?

-Un problema que estoy detectando en ciudades grandes es que los padres para ir a trabajar se tienen que desplazar muchísimos kilómetros y llegan muy tarde a casa y cuando lo hacen se encuentran con qué sus hijos tienen que hacer un montón de deberes y se quedan hasta las tantas de la noche. Eso no favorece una relación padre-hijo sana, porque los padres están quemados porque el niño no hace los deberes y hace sentir mal al niño porque los padres llegan cansados de trabajar. Creo que los colegios deben ser más conscientes de eso y facilitarles la vida a los niños, promocionando un ambiente para que vayan al colegio a pasarlo bien y a aprender y que la relación de los padres no esté relacionada exclusivamente a eso, sino que estén con sus hijos para jugar.

¿Y qué se debe hacer cuándo el adolescente ya ha sufrido algún problema psquiátrico?

-Intentar tratar el problema de la droga para que no llegue a tener un problema psiquiátrico. Hay una relación entre drogas y adolescentes, hay un riesgo de ser adicto o dependiente una vez que se ha iniciado el consumo y todo eso puede tener relación con enfermedades psiquiátricas después. Por eso que podamos romper un eslabón en cualquier parte de esa cadena estaremos haciendo mucho.

¿Qué más se puede hacer?

-Es muy importante el papel de los medios de comunicación. Los que nos dedicamos a esto tenemos clarísimo que el consumo de cannabis es algo directamente relacionado con las enfermedades graves en adolescentes. Todas las drogas tienen esa relación, pero parece que no se recogen lo suficiente los efectos a largo plazo que pueden tener y muchas veces nos quedamos en los efectos a corto plazo. A veces sólo vemos que las drogas nos hacen ser muy pertidos, pasárnoslo muy bien, estar muy tranquilos o muy activos, pero a largo plazo nos fastidia la vida.

Abordar el entorno

¿Cómo es el tratamiento de las enfermedades psiquiátricas causadas por las drogas?

-No es sólo el tratamiento agudo del hospital sino que, una vez que está allí porque ha tenido algún brote agudo de una enfermedad psiquiátrica tenemos que contar con la familia, con la gente que trata al chico en el colegio e incluso con la red social que le rodea. El momento más complicado es el de la reinserción o el de la deshabituación porque una vez que se han desintoxicado vuelven a la misma vida, con los mismos amigos y en el mismo ambiente con lo que pueden volver a caer en las drogas y eso implica que cada vez es más fácil que vuelvan a tener otro episodio psicótico agudo. Por eso una vez que se trata su episodio agudo, hay que derivarlo bien a los centros de atención a drogodependientes, a los centros de salud mental o a alguna otra asociación donde haya un control y un seguimiento del paciente.

¿Cuáles son esos efectos del cannabis sobre los adolescentes?

-Cuando empecé mi formación en psiquiatría infantil, los primeros episodios psicóticos que veía estaban ligados a un consumo sostenido de cannabis. Era terrible ver a un niño con quince años síntoma psicóticos que escuchaba alucinaciones y tenía delirios y era porque llevaba unos meses fumándose un montón de porros al día. Eso que hay que decirlo, porque hay muchos chavales que no tienen claro el peligro que corren fumando cannabis, lo fuman porque lo hacen sus amigos. Hay gente que defiende que cómo a ellos no les ha pasado nada, el cannabis no tiene efectos, pero eso no es cierto porque hay mucha gente a la que sí le pasa y a los que no le pasa han nacido con más fortaleza y tienen menos vulnerabilidad.

¿Hay casos muy graves?

-En el grupo de primeros episodios psicóticos tengo chavales con 17 años que van a ser enfermos toda la vida y que están muy impedidos. Son chicos que no van a poder estudiar, que tienen muchas dificultades para relacionarse y para pertirse y eso es muy triste. Hay casos en los que afortunadamente se recuperan y consiguen llevar una vida normal cuando desaparece el factor estresante.

¿Llegan chavales muy jóvenes?

-En el estudio que hicimos en el 2003 la edad de inicio del consumo de cocaína empezaba a los quince años. Si te mueves en un ambiente negativo hay que ser muy fuerte y tener mucha personalidad para decir que no a las drogas y un adolescente por definición no lo es.