Famoso ya porque allí los burdeles son legales y las prostitutas se agrupan en sindicatos, donde las ruletas giran sin restricciones y las personas se casan o divorcian en cuestión de minutos, ahora podría convertirse en el «Amsterdam» de Estados Unidos por su liberalidad con el tema de las drogas.

Esto sucederá el 6 de noviembre, el día de las elecciones legislativas, cuando los votantes de Nevada decidirán si se convierten en el primero de los 50 estados del país que permite esa clase de consumo.

Conocida como la “pregunta número nueve”, la iniciativa permitiría a los mayores de 21 años poseer y consumir hasta tres onzas de marihuana sin temor a sufrir consecuencias penales –bajo las leyes actuales, cualquier persona capturada con esta cantidad de drogas enfrentaría cuatros años de cárcel–.

La propuesta, que de ser aprobada tendría que ratificarse en las elecciones del 2004, prohibiría el consumo en público o mientras se conduce un vehículo como también su publicidad en los medios de comunicación y su importación. Pero otorgaría al estado el poder de controlar la producción, otorgar licencias para puntos de venta y cobrar impuestos por su distribución.

Sin duda una propuesta atrevida en un país que lleva décadas en guerra abierta contra las drogas y que se opone a la legalización a capa y espada.

Ola verde

Por el momento los ciudadanos, según las encuestas, se dividen casi por mitades entre quienes aprueban la iniciativa y quienes se oponen. Pero desde que fue introducida, a mediados de año, su popularidad ha venido creciendo.

Más de 100.000 personas han firmado cartas apoyando la propuesta y hace poco el diario más grande de Nevada, Las Vegas Review-Journal, la apoyó alegando que “podría terminar con el acoso sin sentido a individuos que privada y pacíficamente consumen marihuana”.

Hasta la fecha, ninguna organización se ha constituido para oponerse. El mismo gobernador del estado, el republicano Kenny Guinn, ha prometido ser imparcial frente al tema. Y Erica Brandvik, portavoz del Regulador para Convenciones Visitantes de Las Vegas, afirma que la medida no tendría efecto alguno en el turismo pues la “ciudad del pecado” es precisamente reconocida porque la “gente hace lo que no puede hacer en sus casas”.

Posiciones que no sorprenden en un estado que hace cuatro años se convirtió en uno de los primeros en autorizar el uso de la marihuana para fines medicinales y que hablan de una tendencia, que ha venido ganando adeptos en todo el país, más liberal frente al consumo de drogas y su criminalización.

En los últimos seis años, nueve estados han legalizado la marihuana para fines medicinales (Alaska, Arizona, California, Colorado, Hawai, Maine, Oregon, Washington y Nevada). California dio un paso adelante hace dos años al aprobar una ley que ordena tratamiento médico y no cárcel para delitos menores relacionados con el consumo de drogas.

El año pasado Nevada decidió multar con 600 dólares a quienes sean detenidos con una onza de marihuana o menos, cuando en el pasado esta misma infracción era castigada con prisión.

Ohio, Michigan y Arizona incluyeron en el temario de las elecciones de noviembre iniciativas que o bien autorizan el uso medicinal de la droga o rebajan las penas al consumo. Y en Washington, la capital, los grupos pro droga aún intentan por cuarto año consecutivo incluir en el tarjetón propuestas semejantes.

Washington se opone

El gobierno federal, que ya de por sí se opone al uso medicinal de la marihuana, tiene los pelos de punta con esta propuesta de Nevada. “Esto es una política muy peligrosa que solo ayudará a los traficantes de droga”, dijo recientemente el zar antidrogas, John Walters, al anunciar una extensa campaña en el estado para oponerse.

Según Walters, la medida provocará que más adolescentes se vuelvan adictos a la marihuana y de allí salten a drogas mucho más peligrosas.

Pero para Billy Rogers, un político de Texas que se ha puesto al frente de la propuesta en Nevada, eso no sucederá.

“El 34 por ciento de los estadounidenses ha probado la droga y no se volvieron locos o pasaron a otras drogas. Pero mientras tanto, solo en el 2000 se arrestaron más de 600.000 por consumo de marihuana. Estamos gastando fortunas y mucho tiempo enfrentando este tipo de ofensas menores cuando deberíamos dedicar los recursos a combatir los crímenes violentos o el terrorismo”, dice Rogers.

Por eso, de acuerdo con el político, la propuesta lo que busca conseguir no es el derecho a “drogarse” legalmente sino liberar a los policías y a las cortes de trámites irrelevantes.

Además, según Rogers, su propuesta tendría otros beneficios. Al forzar a Nevada a distribuir la marihuana, se eliminaría el mercado negro de la droga pues el estado podría comercializar la droga a precios muy inferiores de los que actualmente se consigue en las calles.

Antecedentes

Holanda

Es el país más liberal del mundo respecto a la droga. Amsterdam es famosa por sus «cofee-shops», lugares en donde se pueden consumir libremente drogas blandas (marihuana y hachís).

Colombia

En mayo de 1994, la Corte Constitucional despenalizó el porte y el consumo de dosis personales.

Canadá

Un juez de Ontario falló en diciembre de 1997 a favor de un hombre que sufría de epilepsia, permitiéndole cultivar y consumir marihuana con fines medicinales.

España

En abril del 2000 se inauguran salas especiales en las que se puede inyectar heroína o cocaína. A diferencia de las «narcosalas» existentes en Suiza y Holanda, las españolas cuentan con médicos para atender a los adictos.

Bélgica

El Consejo de Ministros aprobó en enero del 2001 la despenalización del consumo personal de marihuana.

Suiza

Se despenaliza el consumo de hachís en marzo del 2001.

Reino Unido

En julio del 2000, el Gobierno anuncia que clasificará a la marihuana como una droga menos peligrosa que hasta ahora, asimilable a un simple antidepresivo.