El expresidente de Chile Ricardo Lagos está abierto a la posibilidad de despenalizar el consumo de drogas, pero siempre que sea una política concordada entre los países suramericanos.

Ello, «debido a que la guerra contra los estupefacientes se está perdiendo y hay que buscar nuevas alternativas», planteó el exmandatario socialista (2000-2006) en una entrevista que publica hoy el diario La Tercera.

El tema de las drogas no es de política interna y no lo resuelve cada país de forma individual, «porque si un país lo resuelve individualmente y no en un contexto global, va a fracasar», remarcó.

Según Lagos, se ha combatido contra la droga durante 40 años en todos sus ámbitos, consumo, producción, tráfico y esa guerra «se está perdiendo, por lo que es urgente discutir qué escenarios futuros prevemos».

En ese contexto, Lagos sostuvo que Chile «debe buscar nuevas alternativas y sostener un debate nacional al respecto, pero la fijación de nuevas opciones tiene que ser en conjunto con otros países».

Lagos citó como ejemplo de una política fallida la de Holanda, donde «optaron por vender (drogas) en determinados lugares, pero como era una política propia, no regional, en las ciudades fronterizas han tenido que establecer un registro de los habitantes, para evitar vender a quienes llegan sólo para comprar droga».

Chile, a su juicio, «está obligado» a debatir sobre políticas antidroga, en primer lugar porque ha aumentado el consumo.

«Segundo, porque, dada la liberalidad de la legislación en materia financiera, es uno de los países que pueden ser atractivos para el lavado de dinero y, por cierto, también tenemos cercanía con países productores, como Bolivia», argumentó.

Para Ricardo Lagos, es «inquietante» que la estrategia prohibicionista en la discusión regional no haya funcionado ni tampoco en el país.

«Si uno mide por consumo yo diría que Chile está yendo para atrás», sostuvo y afirmó que escenarios para combatir las drogas «hay muchos», como es el caso de la despenalización del consumo.

«Aquellos drogadictos que no tienen solución y que el Estado no los va a poder rehabilitar, ¿por qué mejor no los tratamos como enfermos y que el servicio de salud les provea la droga?», planteó.

«Esa es la respuesta que han dado muchos países europeos. Sé que es complejo, que requiere de recursos, pero con esa medida se está desactivando la demanda», añadió.

Según Lagos, es posible concebir que la marihuana sea tratada igual que el tabaco y no sea delito comercializarla, «siempre que toda América del Sur lo haga, porque de lo contrario, el que lo haga individualmente se convierte en paraíso de la droga».

Para ello, concluyó, se debe comenzar un debate, que debe ser entre todos los países, porque «hay que entender que este es un problema, como tantos otros, propio de un mundo global».