La biotecnología recombinante vegetal es una gran fuente de producción de proteínas humanas. Aunque la mayoría de las que hasta el momento se han desarrollado -como la tripsina o la virina- sirven exclusivamente para el diagnóstico de patologías, varias proteínas terapéuticas, tales como anticuerpos contra el Streptococcus mutans, se encuentran ya en fases avanzadas de ensayos clínicos.

«La planta del tabaco es la especie ideal para producir proteínas recombinantes humanas en vegetales», según ha dicho Fernando Ponz, del Departamento de Biotecnología del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), en el V Curso de Biotecnología Aplicada que se ha celebrado en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), en Madrid, con el patrocinio de Amgen. «Obtener plantas transgénicas de tabaco es fácil y barato, además de contar con la ventaja de que es un vegetal que no entra en la cadena alimenticia y su tiempo de producción es muy corto».

Los ensayos clínicos, ya en fase III, que el Guy´s Hospital, de Londres, está llevando a cabo con anticuerpos para el Strectococcus mutans, la bacteria que produce la caries, y que se está desarrollando en tabaco transgénico, prevén que en menos de dos años pueda existir en el mercado un anticuerpo generado por biotecnología recombinante vegetal para esta patología.

Pero los proyectos más avanzados en este campo se deben al desarrollo de proteínas de diagnóstico tales como la virina y la tripsina.

La patata, junto con el tabaco, tiene también gran potencial en biotecnología recombinante vegetal para generar vacunas personalizadas, como la del virus de la hepatitis B (ver DM del 15-II-2005), aunque el coste de producción es elevado. En España se están desarrollando trabajos de producción de proteínas como la insulina y varios anticuerpos.