Una realidad alejada de las canchas de fútbol impactó a los aficionados y turistas que visitaban Frankfurt, en Alemania, durante la Eurocopa 2024: en las calles aledañas a la principal estación de trenes se congregaban consumidores de crack.

Cerca de Bahnhofsviertel, la principal estación de tren del centro financiero alemán que atrae cada día a más de 500.000 viajeros, turistas y banqueros trajeados se mezclan con gente encendiendo pipas en las puertas de los establecimientos, burdeles y la basura de las calles.

Apodada por la prensa local como «zombieland», es actualmente uno de los mayores retos de las autoridades.

Leer el artículo completo en bbc.com