La asociación antidroga Vieiro ha constatado que los datos que maneja la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción son perfectamente aplicables en la comarca, de manera que no sólo aumenta el consumo de estupefacientes, sino que la edad de inicio es cada vez más baja. Así, los adolescentes se inician ahora en la ingesta de alcohol entre los once y los trece años, al igual que la edad en la que prueban por primera vez otras sustancias se sitúa entre los trece y los catorce.

El presidente de Vieiro, José Manuel Vázquez Gómez, añade que los jóvenes «han perdido todo tipo de temor ante el consumo de cualquier clase de drogas», y su perfil ya no es el de una persona marginal adicta a la heroína, «sino que se trata de un individuo normalmente politoxicómano que consume sobre todo cannabis, cocaína, drogas de síntesis o de diseño, y su consumo por regla general se vincula al ocio y a los fines de semana para empezar». Ante este panorama, Vázquez Gómez pide a los padres que no bajen la guardia y que sean incluso «desconfiados».

Las declaraciones del presidente de Vieiro aparecen en la revista mensual de la asociación carballesa junto a un completo informe de la técnica María José Dosil acerca del programa de prevención que se ha llevado a cabo este curso con 1.696 alumnos de seis centros educativos de Carballo, A Laracha y Ponteceso, y cuyas conclusiones confirman los datos sobre consumo de drogas que se manejan a nivel general.

Los datos

En primero de ESO, un 70% de los alumnos manifestaron no haber probado ningún tipo de droga. Sus contactos con el alcohol se reducen a celebraciones familiares, en las que se detecta, en opinión de Vieiro, gran «permisividad». Un 21.4% declararon haber probado el tabaco, y un 2,7% fuma de manera habitual. Un 1,2%, además, aseguró haber probado el cannabis, «dato preocupante teniendo en cuenta las edades de los alumnos», recalca María José Dosil. En segundo de ESO, la frecuencia de consumo de alcohol y tabaco «se duplica o triplica», fundamentalmente porque los adolescentes de estas edades empiezan a salir los fines de semana y a probar, sobre todo, el alcohol. «Algunos son experimentales, y otros consumos arrancan en estas edades para convertirse en patrones más estables», advierte la técnica.

Los porcentajes siguen aumentando en tercero de ESO, donde sólo un 27,5% de los jóvenes declara no haber probado ninguna sustancia. En esta franja de edad destaca que una parte de los estudiantes aseguran no beber alcohol pese a salir los fines de semana. Entre los de cuarto de ESO comienza a detectarse una mayor relación con las drogas, ya que un 3,5% de los jóvenes manifestaron haber probado el cannabis, y un 1,35%, la cocaína o las drogas de diseño.

Entre los alumnos de programas de garantía social existe un consumo mayor de sustancias estupefacientes. La mayoría aseguran salir los fines de semana, y un 72% manifiesta que bebe cuando lo hace.