Más de 10.000 jóvenes gijoneses han participado en lo que va de año en las campañas de información y asesoramiento en cuestiones de drogas y alcohol promovidas por el Conseyu de la Mocedá de Xixón (CMX). Las iniciativas se enmarcaban en el proyecto «Zona Clave», que tiene como objetivo promover un «consumo responsable». De esos 10.000, unos 1.500 pidieron información detallada sobre las drogas, especialmente las de diseño, y las consecuencias de su consumo.

Estos son los primeros y únicos datos que hasta el momento se han dado a conocer de las once intervenciones que el CMX ha realizado este año en distintas zonas de «movida» de Gijón, discotecas y macrofiestas de música electrónica. La iniciativa surgió en julio de 2002, como una campaña pionera y que levantó no pocas polémicas y voces contrarias. A pesar de todo, el Conseyu ha ampliado el proyecto. De hecho, todavía se realizarán dos intervenciones más durante el mes de diciembre. El éxito ha sido tal que el Principado trasladará la campaña también a Oviedo y Avilés.

En total han sido once intervenciones, todas ellas en fines de semana y en diferente horario dependiendo de si se trataba de una campaña de información sobre alcohol o sobre drogas de diseño. Las primeras se realizaban desde la tarde del viernes y las de estupefacientes, de madrugada. 30 mediadores sociales han logrado captar la atención de 10.500 jóvenes. Esas 10.500 consultas han aportado, sin duda, mucha información sobre los hábitos de consumo de drogas y alcohol de los jóvenes gijoneses. Aún así, los coordinadores de la campaña insisten en que su objetivo no es establecer estadísticas de cuántos beben, en qué cantidad, o cuántos consumen algún tipo de estupefacientes.

Balance de Salud Pública

En todo caso, esos datos serán trasladados a Salud Pública y será la administración regional la que decida hacer públicos o no los resultados. El CMX quiere evitar por todos los medios crear la alarma social y generalizar en temas que consideran muy delicados.

Sí parece evidente que esos más de 10.000 jóvenes no sólo se acercaron a los puestos instalados por el Conseyu a pedir folletos informativos. La mayoría de ellos aceptó someterse a los tests de alcoholemia, los mismos utilizados por la Policía Local. Según el presidente del Conseyu, Javier Barro, muchos de estos jóvenes decidieron, tras comprobar el resultado, no conducir. En las últimas semanas, Barro y los mediadores socioculturales han mantenido un encuentro con policías locales de varios municipios de la región, para explicarles en qué consisten sus intervenciones.

En cuanto a las drogas, muchos de los 1.500 que hicieron uso del programa se sirvieron de él para saber si las «pastillas» que habían adquirido estaban o no adulteradas. Desde el CMX se insiste en que no todos eran consumidores de estupefacientes.

En cuanto a las edades de los usuarios del programa, los que se acercaron a pedir información sobre los riesgos del alcohol tenían entre 14 y 26 años, aunque el grupo mayoritario (un 40%) tenía entre 17 y 19. El 70% eran chicos y el 30%, chicas. Respecto a la información sobre drogas de síntesis, un 82% de los usuarios eran hombres y un 18% mujeres, todos entre los 18 y los 35 años. En total, el Conseyu ha repartido casi 13.000 folletos informativos y 2.000 preservativos. Los trípticos ofrecían datos sobre las consecuencias del consumo de alcohol para la conducción y el sexo, así como las formas de reducir riesgos o el peligro de mezclar diferentes sustancias.

Presentación oficial

Zona Clave seguirá ampliándose, con la colaboración de la Consejería de Salud, el Consejo de la Juventud del Principado, los ayuntamientos de Oviedo, Gijón y Avilés y las asociaciones Xaregu y Abierto en Asturias. Todas estas entidades presentaron oficialmente anteayer en Oviedo lo que en Gijón ya es una realidad desde hace más de un año. En la presentación participó, incluso, el edil del PP del Consistorio ovetense Gerardo Antuña, mientras que el grupo municipal del PP gijonés ha alzado su voz varias veces en contra del programa.

En el CMX se muestran orgullosos del éxito de un proyecto por el que «al principio nos llamaron locos». Hasta ahora, el Conseyu ha trabajado directamente con la ONG catalana Energy Control, colaboración que se extenderá en un futuro al grupo valenciano Controlaclub, que trabaja en iniciativas similares.

A finales de año, la entidad juvenil tendrá un estudio detallado con todos los datos obtenidos de todas las intervenciones de 2003.