Un grupo de sociólogos expertos en drogas procedentes de Rumanía ha visitado la Escuela Andaluza de Salud Pública de Granada para conocer el Plan de Prescripción de Estupefacientes (Pepsa). Quieren que los profesionales les ayuden para mejorar la captación de personas adictas a la heroína y la cocaína, ya que estos pacientes no acuden a los servicios médicos en su país.

Los números hablan de una población en la que el 37 por ciento de los ciudadanos fuma, el 65 bebe alcohol y hay un mayor consumo que en España de cannabis, éxtasis y anfetaminas (entre la población de 15 a 24 años) y de heroína y cocaína (de 25 a 34). «Lo más destacable del consumo de drogas en Rumanía, y en general en los países del Este, es que hay un aumento de la heroína inyectada», explica el investigador principal del Pepsa, Joan Carles March.

Un grupo de sociólogos expertos en drogas procedentes de Rumanía ha visitado la Escuela Andaluza de Salud Pública de Granada para conocer el Plan de Prescripción de Estupefacientes (Pepsa). Quieren que los profesionales les ayuden para mejorar la captación de personas adictas a la heroína y la cocaína, ya que estos pacientes no acuden a los servicios médicos en su país.

Los números hablan de una población en la que el 37 por ciento de los ciudadanos fuma, el 65 bebe alcohol y hay un mayor consumo que en España de cannabis, éxtasis y anfetaminas (entre la población de 15 a 24 años) y de heroína y cocaína (de 25 a 34). «Lo más destacable del consumo de drogas en Rumanía, y en general en los países del Este, es que hay un aumento de la heroína inyectada», explica el investigador principal del Pepsa, Joan Carles March.

En Andalucía el proyecto Pepsa trató a parte de esta población que había intentado desengancharse sin éxito de la heroína y le proporcionó la sustancia controlada por médicos, psicólogos, abogados y trabajadores sociales. El ensayo, que ya se había repetido en Holanda, Suiza y Alemania, demostró que la heroína es más eficaz que la metadona en toxicómanos con un perfil muy concreto para mejorar su salud, normalizar su vida y alejarlos de la delincuencia.

Aunque de momento es impensable importar el modelo completo a Rumanía, los sociólogos de este país quieren conocer el proyecto y la metodología de captación para que los centros de allí puedan llevar a cabo el mismo proceso de captación. Para ello, los profesionales de la Escuela Andaluza de Salud Pública formarán a cuatro especialistas de la Agencia Nacional Antidroga de Rumanía y les enseñarán todos los proyectos relacionados con drogas, metadona y alcohol en los que trabaja la Consejería para la Igualdad y el Bienestar Social y la Escuela. La visita a Granada es la primera actividad dentro de un programa más amplio que concluirá en septiembre.

«No conocían nada de lo que estamos haciendo aquí, así que les hemos preparado un protocolo para que puedan llevarlo a cabo en su país», argumenta March. Hasta Granada ya se habían acercado miembros de otras comunidades autónomas españolas para interesarse por el proyecto experimental que hoy es una realidad.
En Andalucía el proyecto Pepsa trató a parte de esta población que había intentado desengancharse sin éxito de la heroína y le proporcionó la sustancia controlada por médicos, psicólogos, abogados y trabajadores sociales. El ensayo, que ya se había repetido en Holanda, Suiza y Alemania, demostró que la heroína es más eficaz que la metadona en toxicómanos con un perfil muy concreto para mejorar su salud, normalizar su vida y alejarlos de la delincuencia.