A menudo, los suplementos deportivos, ya sean para perder peso o para mejorar el rendimiento físico, únicamente tienen efectos sobre el bolsillo. Y no precisamente buenos. Sin embargo, a veces eso no es todo. No aportan los beneficios que prometen; pero, por si fuera poco, pueden conllevar también algunos perjuicios. Es el caso de varios productos analizados por un equipo de científicos de la Escuela de Medicina de Harvard, cuyas formulaciones han resultado contener un cóctel de estimulantes prohibidos en los Estados Unidos.
Algunos se comercializaron durante la Segunda Guerra Mundial. Otros nunca llegaron a tener la aprobación de la Food And Drug Administration (FDA), aunque sí se habían comercializado en Europa. El caso es que, a día de hoy, ninguno debería estar formando parte de estos suplementos, especialmente porque no se sabe cómo pueden interaccionar al mezclarse entre ellos.
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