Este 24 de noviembre se cumplen cinco años de la firma del Acuerdo Final de Paz entre las FARC-EP y el Gobierno de Colombia. Cinco años después, la conclusión es un escaso cumplimiento, en general, de lo pactado por parte del Ejecutivo del presidente Iván Duque, y en particular lo relativo a la reforma agraria y sustitución de cultivos ilícitos de coca, ejes básicos para la salida y la transformación del conflicto armado, social y político que vive el país desde hace más de medio siglo.

Las consecuencias de estos incumplimientos se ven traducidas en asesinatos y amenazas a defensores de los derechos humanos, en la proliferación de actores armados en los territorios abandonados por la exguerrilla y en un aumento de los cultivos de hoja de coca. Una producción, la de la coca, que también ha aumentado en las zonas priorizadas por el Programa Nacional de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS), establecido en el punto cuatro del Acuerdo sobre Solución al Problema de las Drogas Ilícitas.

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