La orden ministerial cambia las cantidades introducidas en la ley aprobada por el anterior gobierno de Silvio Berlusconi, en la que la posesión de 500 miligramos de marihuana, el equivalente a unos veinte cigarros con esta droga, suponía una denuncia penal e incluso pena de cárcel.

La ley fue muy criticada por algunos partidos de centroizquierda, entonces en la oposición, por la dureza de las penas y la equiparación entre el consumo de marihuana o hachís a drogas como la heroína o la cocaína.

La ley también considera traficante a quien posea más de 750 miligramos de cocaína, 250 de heroína, 750 de éxtasis, 500 de anfetaminas o 150 de LSD.

Hasta ahora, la ley preveía penas de seis a 20 años de cárcel y multas de hasta 260.000 euros (333.000 dólares) para quien poseyera más de 500 miligramos de cannabis, así como para quien la produjera o la comerciara.

La ministra italiana de Sanidad, Livia Turco, explicó hoy que el procedimiento, que cuenta con el apoyo de los ministerios de Justicia y de Solidaridad Social, ‘hará que miles de jóvenes no tengan que ir a la cárcel o ser víctimas de un juicio por haberse fumado un cigarrillo de droga’.

Turco añadió que la medida ‘no pretende liberalizar el uso de drogas blandas sino que pretende prevenir y no reprimir, con penas que incluyen la cárcel’.

La ministra subrayó que ‘la dureza de la ley no ha logrado ser una medida para luchar contra el negocio del tráfico de drogas’, y añadió que es necesario ‘no criminalizar’ el consumo y concentrarse ‘en los verdaderos criminales, que son los traficantes y los vendedores’.