Italia ha decidido avanzar en una lucha frontal contra el consumo de cigarrillos en áreas cerradas, y desde la medianoche del domingo está prohibido fumar en bares, restaurantes, discotecas y ambientes cerrados.

Para hacer cumplir la norma, el gobierno aplica multas y los inspectores ya cayeron sobre varios locales, y hasta un napolitano que debió pagar 27 euros por fumar en un lugar prohibido.

El periodista Sergio Mora dijo, desde Roma, en Radio 10: «A partir de la medianoche de ayer, está en vigor esta nueva ley y ya incluso hubo una primera multa en Nápoles. No están con mano dura y poco a poco serán más estrictos».

Explicó: «La restricción estaba para estaciones de micros, por ejemplo, y ciertos lugares públicos, pero ahora en bares, oficinas, la ley realmente es muy estricta».

La ley que prohíbe fumar en los locales públicos en Italia, salvo en las zonas expresamente acondicionadas, entró en vigor la pasada medianoche, en medio de algunas polémicas y con las primeras multas, reporta la agencia EFE.

Un local de Nápoles fue multado con cincuenta euros por no haber expuesto los carteles reglamentarios que informan a la clientela de la prohibición de fumar.

Mora contó, además, que los dueños de los locales protestan porque por un lado les piden que denuncien a los que fuman, pero por otro si piden que no se fume, los clientes se van. «Pero después todos vuelven», agregó.

«En la calle es divertido, porque en balcones y veredas hay un montón de gente fumando. Porque al abierto se puede fumar, pero adentro están muy estrictos. A la gente que fuma no le gusta el asunto, pero los no fumadores son bastante intransigentes», relató el periodista.

Finalmente, detalló que las multas pueden llegar «hasta los 250 euros, mientras que la mínima es de 25», contó.

La larga batalla de varios ministros de Sanidad por conseguir una ley anti-tabaco en lugares públicos la ha culminado el actual titular, Girolamo Sirchia, y supone la imposibilidad de fumar en bares, restaurantes, discotecas o cualquier tipo de ambiente cerrado donde trabajen empleados.

No obstante, se podrá sacar la cajetilla y el mechero en áreas específicas de esos locales convenientemente adaptadas para una correcta renovación del aire.

En Italia hay unos catorce millones de fumadores activos, un 26,2 por ciento de la población, que son los principales afectados por la ley, mientras que los fumadores pasivos serán los beneficiados por una normativa que ha recibido críticas desde varios sectores.

La ley es consecuencia de la aceptación general de que el humo del tabaco es uno de los factores más importantes de enfermedades pulmonares en general y de causa de muerte por cáncer.