Los expertos han constatado que la crisis ha cambiado la forma que tienen los adolescentes de beber alcohol, que han pasado del llamado ‘botellón’, en el que los jóvenes bebían para divertirse manteniendo un ritmo sostenido de consumo de copas durante toda la noche, al ‘atracón’, en el que los bebedores «se emborrachan primero y luego se divierten».

Según han hecho saber en declaraciones a Europa Press el director general de Atención al Ciudadano y Drogodependencias de la Consejería de Sanidad, Juan Manuel Ruiz, y el responsable de la Unidad de Coordinación Técnica de Drogodependencias, Juan Jiménez, ello se debe a que «el consumo de copas durante toda la noche implica un mayor gasto que el modelo ‘atracón'».

Ahora, los expertos perciben que los adolescentes beben «menos tiempo», se «colocan rápidamente y aguantan» hasta llegar a sus casas «lúcidos, tres o cuatro horas después».

Antes, «si la gente estaba de fiesta seis horas se podía llegar a tomar dos copas cada hora, esto es, un total de 12, pero ahora, debido a la restricciones económicas, la población se toma las tres o cuatro copas en la primera hora y luego ya no tiene por qué seguir bebiendo, ya que se emborracha antes».

En general y como resultado de la crisis, Jiménez señala que ha cambiado la forma de consumo y, destaca el descenso del consumo de las drogas tipo éxtasis y cocaína «porque hay menos dinero».