Varios estudios habían demostrado que los hijos de mujeres que fuman durante el embarazo corren un alto riesgo de desarrollar asma. Ahora, una investigación, publicada en el Journal of Allergy & Clinical Immunology, sugiere que a esos niños también les harían menos efecto los esteroides inhalados para evitar los ataques asmáticos.

El estudio, sobre más de 1.000 niños de 5 a 12 años con asma leve a moderada, reveló que aquellos que habían estado expuestos al humo de tabaco durante la gestación tenían menor respuesta al corticoide inhado budesonida que los chicos no expuestos prenatalmente al tabaco.

Ambos grupos mejoraron con el medicamento, pero los niños que habían estado expuesto al humo del tabaco durante la gestación tuvieron 26% menos «respuesta en las vías aéreas».

Los esteroides inhalados son el eje del tratamiento del asma; previenen los ataques de tos, las sibilancias y la disnea. Los médicos evalúan la respuesta aérea para conocer si un paciente responde bien a estos fármacos.

En el nuevo estudio, los niños que habían padecido la exposición prenatal al tabaquismo materno tuvieron una respuesta aérea baja o nula al iniciar el tratamiento con budesonida, señaló el Dr. Benjamin A. Raby, del Brigham and Womens Hospital, de Boston (Estados Unidos).

Por el momento se desconoce el alcance total de estos resultados. El equipo no contó con información sobre si los niños que habían estado expuestos al tabaquismo materno durante la gestación tenían tasas más altas de ataques de asma o consultas hospitalarias que otros, incluido el tratamiento con esteroides inhalados. Pero los hallazgos aumentan esa posibilidad, dijo el Dr. Raby.

Con todo, el experto insistió en que nadie está sugiriendo que a los niños que padecen el tabaquismo materno prenatal no se les indiquen esos fármacos. «Son la terapia de primera elección contra el asma, sin importar si el niño estuvo o no expuesto al humo de tabaco durante la gestación», añadió.

En cambio, el Dr. Raby señaló que los resultados ofrecen una posible explicación a por qué un niño expuesto al humo de tabaco durante la gestación no respondería tan bien a los esteroides inhalados como es de esperar.