La futura ley balear sobre el uso abusivo del alcohol, de la que actualmente se está redactando el borrador, prohibirá su venta en todos los organismos públicos a fin de reducir su consumo y su adicción, especialmente entre los jóvenes, anunció hoy el nuevo coordinador autonómico contra la drogadicción, Bartomeu Jaume, que entró en su nuevo cargo la semana pasada.

Jaume explicó, en declaraciones a Ultima Hora Punto Radio recogidas por Europa Press, que la Consellería de Salud y Consumo espera tener lista a finales de año su Ley de Drogadicciones una vez alcanzado el «consenso buscado con ayuntamientos y Consells Insulares», para posteriormente redactar una nueva ley complementaria sobre el alcohol, que recogerá esta medida, así como la prohibición de su venta a menores de edad en cualquier establecimiento.

No obstante, la Consellería no tiene previsto, como así ha sucedido en otras autonomías, prohibir el botellón en las calles. «Habrá una regulación general de la Comunidad Autónoma siempre contemplando las competencias de los ayuntamientos. El objetivo es lograr una prevención directa y educacional, ofreciendo otras alternativas sociales y culturales», dijo Jaume, que señaló que la dirección emprendida por el Govern es «más regular la venta de alcohol entre los jóvenes que la prohibición de esta práctica cada vez más utilizada».

Jaume subrayó que el objetivo de ambas leyes es encontrar también el consenso con restauradores, hosteleros y distribuidores de alcohol a fin de que sean normas, especialmente la de alcohol, «preventivas más que sancionadoras». «Hay que tender la mano al sector más que imponer multas», dijo.

En su opinión, uno de los principales problemas a atajar en Balears es la fácil accesibilidad a las drogas. En este sentido, se refirió a que, según una Encuesta Nacional, el 86,9 por ciento de los jóvenes de las islas, con edades entre 14 y 18 años, cuentan con un fácil acceso al alcohol; al cannabis, el 65,1 por ciento; y a la cocaína, el 31,2 por ciento, con aumentos «considerables en los últimos tiempos».

«Son datos alarmantes y tenemos que hacer algo», subrayó el nuevo coordinador, quien destacó que el camino debe ir hacia dos lados: «reducir la oferta existente a través de los Cuerpos de Seguridad del estado y mejorar la información a la juventud a través de las Consellerías de Educación y Trabajo».

Sobre las posibilidades de uso terapéutico de la marihuana, Jaume cree que es un tema del que la sociedad está «mal informado» porque, a pesar de sus posibilidades experimentales en campos como el cáncer, «es una droga que produce problemas de memoria, de aprendizaje o falta de visión», por lo que entiende «debe seguir siendo totalmente ilegal».

Jaume señaló que desde las Asociaciones de Padres de Alumnos (APA) están solicitando información a la Consellería de Salud sobre los síntomas que pueden permitir el diagnóstico de que el adolescente ha tomado alguna droga. «Piden información, por ejemplo, si el joven llega el lunes con muestras de excesivo cansancio o sin apetito y si ello puede significar que ha consumido drogas o tiene alguna adicción», explicó.