La entrada en vigor de la restrictiva Ley Antitabaco hace casi un año trajo de la mano un importante alivio para la mayoría de personas no fumadoras, uno de los principales objetivos de esta norma. Sin embargo, a la vista de las frías cifras, la intención de las administraciones públicas de reducir drásticamente el consumo se ha topado con una realidad bien diferente. Así lo atestigua un reciente informe del Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno vasco, basado en cerca de 1.000 entrevistas realizadas a vecinos de los tres territorios de la CAV. En concreto, el porcentaje de fumadores mayores de 18 años únicamente ha disminuido dos puntos respecto al pasado año 2010, del 28 al 26%, coincidiendo con el veto al tabaco en los espacios públicos cerrados.

De forma más específica, el 21% de los vascos confiesa fumar diariamente en la actualidad -la tasa desciende hasta el 18% en Araba- y el 5% lo hace ocasionalmente, un 1% más en este territorio. Bizkaia concentra al mayor número de fumadores de Euskadi, lógicamente en números absolutos por ser la provincia más poblada, pero también en relativos, con un 28%. Araba destaca al mismo tiempo por reunir al porcentaje más alto de personas que asegura no haber fumado nunca, nada menos que un 54%, por el 41% de Bizkaia y el 47% de Gipuzkoa. ¿Podría concluirse que la ley ha cumplido con sus objetivos de partida a lo largo de este tiempo? Pese a las buenas palabras de los representantes públicos, parece claro que el consumo de cigarrillos y sus derivados sigue muy arraigado en la sociedad y hará falta tiempo para que el descenso en el número de fumadores sea perceptible.

Una realidad a la que también ayudaría, sin duda, considerar al tabaco como el nocivo agente para la salud que realmente es. Curiosamente, el estudio del Ejecutivo López constata que durante el último año la actitud de los vascos ante el consumo y los efectos que éste tiene sobre la salud ha variado de forma sustancial. Si hace un año el 37% de los vascos consideraba que los efectos perjudiciales de esta sustancia se exageran, este porcentaje se sitúa en la actualidad en un 41%. Además, el 54% de los vascos cree ahora que fumar es un derecho que tiene la gente «y no hay por qué limitarlo», cuando hace un año tenía esta percepción el 48%. La idea de que en los espacios públicos es necesario respetar los derechos de las personas que no fuman sí es mayoritaria, actualmente la comparte el 93% de los ciudadanos, un 2% más que en el año 2010.

Uno de los debates más recurrentes desde que la Ley Antitabaco eliminó el humo de los locales hosteleros, desde bares a restaurantes y pasando por discotecas, se refiere a los perjuicios que los propietarios de estos negocios han podido sufrir en forma de menos clientes.

Un estudio del Departamento de Sanidad fechado el pasado mayo sobre el cumplimiento de la norma dejó bien a las claras la división de opiniones que existe al respecto. La mitad de los 405 restaurantes que participaron en este estudio admitieron haber sufrido un impacto en su volumen de negocio negativo (40%) o muy negativo (10%), cifras bastante equivalentes a las que se desprenden de la opinión que sobre este asunto tiene el ciudadano de a pie. Según el último informe del Ejecutivo López, el 42% de los vascos piensa que los locales han visto reducida su clientela desde la aprobación de la ley, un 14% mucho y un 28%, bastante. Solo un 2% cree que los clientes no sólo no han disminuido, sino que han aumentado durante este ejercicio. Otro 24% considera que la ley no ha acarreado ninguna consecuencia para los establecimientos.

Consecuencias a las personas

La división de opiniones también es evidente al cuestionarse a los vascos sobre las consecuencias que la entrada en vigor de la ley ha tenido sobre los hábitos ciudadanos. Concretamente, sólo el 10% cree que la modificación legal ha ayudado mucho a que algunas personas hayan dejado de fumar, un 36% considera que lo ha hecho bastante, mientras que el 33% se decanta por el poco y el 14% advierte que no ha influido nada.

Donde sí existe una mayor unanimidad es en la consideración que los ciudadanos tienen sobre las molestias sufridas por los no fumadores a raíz de la aprobación de la ley. Casi la mitad de los encuestados cree que la norma ha ayudado mucho a que este sector no sufra esas molestias, mientras un 35% cree que lo ha hecho bastante. Únicamente el 12% dice que la norma ha ayudado poco o nada al bienestar de los no fumadores.

Otro aspecto que sigue en el aire un año después de la aprobación de la norma es el que hace referencia al consumo de tabaco en las sociedades gastronómicas o txokos. Si bien en un principio desde el Gobierno vasco se dijo que en estos locales podría fumarse siempre y cuando así lo decidieran por votación sus miembros, la polémica surgió cuando desde el Departamento de Sanidad que dirige Rafael Bengoa se aseguró, tiempo después, que no estaba permitido consumir tabaco en este ámbito. El aviso quedó, no obstante, en humo, ya que el consejero matizó al poco tiempo, asegurando que se debería dar una regulación específica para estas sociedades privadas. A día de hoy, no se sabe muy bien cuál es el criterio a seguir, por lo que las sociedades gastronómicas siguen funcionando a criterios de su socios.