La regularización del cannabis llega este martes al Senado colombiano como alivio de enfermos y elemento que puede iniciar el cambio en la política de prohibición de drogas del país, dijo el senador liberal Juan Manuel Galán, impulsor del cambio de legislación sobre esta sustancia.

Los senadores arrancan este martes una serie de debates y votaciones sobre la regulación del uso del cannabis que ha generado controversia en el país, donde busca aplicarse con fines medicinales para aliviar a enfermos crónicos y terminales de dolencias como el sida, la anorexia, la epilepsia refractaria o el cáncer.

Y es que algunas voces argumentan que permitir su uso sienta precedente, pues modificaría la política de prohibición que el país tiene en materia de drogas al cambiarla por la producción y venta controlada en el caso del cannabis.

«Tienen razón. Estamos buscando salir de la política de prohibición, que ha causado muerte, violencia, sangre y unos costos enormes y no ha traído ningún beneficio», reconoció Galán en una entrevista con Efe.

El propio padre del senador, el excandidato presidencial Luis Carlos Galán, fue asesinado en agosto de 1989 por su oposición a las mafias del narcotráfico.

El senador liberal lleva meses explicando su proyecto de ley, que llega a la Cámara alta con el apoyo expreso del ministro de Salud, Alejandro Gaviria, e indirecto del propio presidente Juan Manuel Santos.

¿Puede Colombia cambiar su actitud frente a las drogas? La respuesta de Galán es que es precisamente este país, sumido durante décadas en una violencia desmedida por las guerras del narcotráfico, quien más capacitado está para plantearse un giro de 180 grados.

«Es un paso que Colombia debe dar y lo puede dar con toda autoridad porque precisamente ha sufrido las consecuencias negativas de la prohibición. Si hay un país que ha sufrido todo lo negativo y lo trágico de la prohibición es Colombia», sostuvo el senador.

Según los últimos datos actualizados de la Unidad de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc), la marihuana es la droga ilícita más consumida en el país, donde en los últimos cinco años su consumo se ha duplicado hasta llegar al 15,2 % de la población.

Además, las incautaciones de marihuana prensada en 2013 fueron de 410 toneladas y, un año antes, las autoridades llegaron a identificar 115 invernaderos dedicados a la producción, ubicados en su mayoría en el departamento del Cauca, en el suroeste del país.

«Presentamos el proyecto ahora porque hay una población creciente en el país de enfermos crónicos y terminales para los cuales la marihuana medicinal y terapéutica representa una mejor calidad de vida y un beneficio (…), pero también porque ya hay un consenso generalizado en el mundo de que la prohibición ya ha fracasado en política y que hay que entrar en la regulación», dijo Galán.

Por el momento, recordó el senador, cualquier ciudadano puede cultivar hasta veinte plantas de marihuana en casa, así que la novedad de esta medida no es permitir la posesión de la planta, sino construir todo un sistema que deje la producción y venta en manos del Estado, que quedará como dueño del monopolio.

En este nuevo sistema de regulación participarán «todos los actores públicos y privados», una definición que incluye al Ministerio de Salud, los médicos, las organizaciones de pacientes y también a quienes deseen producir para vender al Estado a cambio de un porcentaje de los beneficios que aún no se ha determinado.

Más allá de la hierba, el negocio se abre a aceites, ungüentos, cremas y pomadas que «ya son producidas artesanalmente por empresas en Colombia».

«Lo que queremos ahora es que lo sigan produciendo pero de manera regulada y controlada, con unos registros sanitarios, con unas autorizaciones, pagando impuestos», añadió el senador.

Y este es uno de los puntos clave: poner del lado del Estado el negocio del cannabis y pasar de perseguir a los cultivadores ilícitos a recibir impuestos por esta actividad, aunque Galán matizó que no existen estimaciones de cuánto podría llegar por este concepto a las arcas públicas.

En el debate parlamentario se discutirá, entre otras cosas, «el procedimiento que tienen que cumplir quienes quieran tener cultivos, cuántas platas se autorizarían para ese cultivo y qué tipos de plantas».

Para el senador, Colombia tiene la suficiente capacidad como para generar la producción necesaria para cubrir la demanda y los tratamientos químicos que se requieran para modificar la planta en algunos tratamientos, como los referidos a niños, también pueden hacerse en laboratorios nacionales.