La «guerra del humo» sólo se ganará con una ley anti-tabaco más dura y que impida fumar en todos los locales públicos. Así lo entienden los médicos de familia, que reclaman de nuevo a Sanidad que endurezca una ley que, tres años después de su promulgación, «ha perdido efectividad». También reclaman que el sistema público financie los tratamientos para dejar el tabaco. Los médicos se apoyan en una encuesta elaborada en sus dispensarios según la cual más del 70% de los españoles son partidarios de reformar la ley del tabaco y prohibir su consumo en todos los bares, restaurantes y lugares de ocio. La mitad de los 12 millones de fumadores que aún hay en España (30% de la población) se muestran también partidarios de una ley más severa que impida fumar en todos los locales públicos.

La «guerra del humo» se dirime sobre todo en unos bares y restaurantes que el 71% de los ciudadanos querría ver libres de humo en todos los casos, algo que no dispuso la ley promulgada el 1 de enero de 2006 y que fue «un acierto» para el 81% de los españoles. Una normativa que marca un antes y un después, según reconoce la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC) pero que se debería endurecer para rebajar unas cifras de escalofrío: las 60.000 muertes que se producen cada año en España relacionadas directamente con el tabaco y las vidas de los 6.000 fumadores pasivos que el humo se cobra cada doce meses. «El Gobierno debe reformar la ley para dar a la sociedad lo que reclama» dicen los especialistas.

El doctor Xulio Castañal, coordinador de la X semana sin humo -del 25 al 31 de mayo, día mundial sin tabaco- lamenta que en estos tres años se haya reducido el número de fumadores que intentan dejar el hábito. «Del 27,6% que se proponía dejar de fumar el año pasado hemos pasado a un 16%, lo que supone una caída de un 11%» destaca este experto. «No podemos relajarnos; la ley ha jugado un papel crucial, pero sus efectos se atenúan, ya que la prevalencia de fumadores ha pasado de un 25 a un 29%, aumentando además entre el sexo femenino» denuncia.

Beneficio

Los médicos reclaman una ley semejante a las de Irlanda o Italia, que impide fumar en todo los espacios públicos, en especial el sector de la restauración. Recuerdan como en Italia a los seis meses de la entrada en vigor de la ley los ingresos hospitalarios por infarto se redujeron un 11%. Ponen el acento en tabaquismo pasivo que se ceba con los trabajadores de bares y restaurantes permisivos, «que no pueden ejercer su derecho a no respirar humo en su lugar de trabajo». Recuerdan que para un 84% de los ciudadanos este humo ambiental es causante de cáncer de pulmón, un 80% lo ven como causa de infarto y un 92% lo considera nocivo genéricamente.También que 68 de cada cien españoles estima que «lo espacios libres de humo ayudan a dejar de fumar».

«Sólo 40.000 de los 350.000 bares y restaurantes españoles están libres de humo o compartimentados y con espacios habilitados para fumar, de modo que la hostelería es el punto débil de una ley que sólo regula a locales de 100 metros o más, que son sólo el 20% del total» lamentan los médicos.

Han constatado además que «aún se fuma en el 56% de los hogares españoles». Se fuma incluso en ese 42,7% de domicilios donde se ha declarado la guerra al humo, una norma autoimpuesta pero que se incumple en el 14% de los casos.

Discriminados

Además de endurecer la ley del tabaco, los médicos de familia quieren que el Sistema Nacional de Salud financie los medicamentos que ayudan a dejar al tabaco, unos tratamientos que apenas financian un par de Comunidades Autónomas y que cuestan entre 250 y 300 euros. «Quienes padecen tabaquismo están discriminados en relación con otros grupos como los hipertensos, los alcohólicos, los diabéticos o quienes padecen hipercolesterolemia, a quienes en todos los casos el sistema les financia los tratamientos» denuncia el doctor Luis Aguilera, presidente de SEMFYC.

Recuerda a este respecto que el tratamiento del tabaquismo «es cuatro veces más coste-efectivo que el de la hipertensión arterial y trece veces más que el del la hipercolesterolemia».

La encuesta, que se realizó con una muestra de casi 4.000 pacientes en 2.500 centros de salud sitúa en 17 años la edad media de quienes empiezan a fumar y el consumo tipo en 14 cigarrillos diarios. Hay un 13% de fumadores que inhala la primera bocanada a los cinco minutos de levantarse de la cama.