La privación materna durante las primeras etapas de la infancia puede conducir a una depresión que conlleva una mayor vulnerabilidad al consumo de alcohol en la edad adulta, según muestra un estudio realizado en animales de laboratorio y dirigido por Olga Valverde, líder del Grupo de Investigación en Neurobiología del Comportamiento (GreNec) de la Universidad Pompeu Fabra.

El objetivo del trabajo publicado en la revista European Neuropsychopharmacology ha sido evaluar cómo esta adversidad en la infancia puede originar alteraciones persistentes en el comportamiento y en mecanismos neurales que se mantengan en la edad adulta.

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