Los planes de la Unión Europea para debilitar el sector del tabaco continúan sin pausa hacia delante. Lo que hasta ahora eran filtraciones y sospechas ya es un borrador de documento oficial, cuyo contenido ha sido publicado esta semana por el diario alemán Die Welt.

El rotativo explica las normas que habrían de imponer los países si finalmente saliera adelante la normativa europea. Como ya publicó este diario, se ampliarían las advertencias sanitarias en las cajetillas, se restringiría el acceso a las máquinas expendedoras, se homogeneizaría el sabor de las distintas marcas y se prohibiría la exposición de los productos en los estancos.

Actualmente, los letrados de la UE están examinando si estas iniciativas perjudicarán la libertad de comercio de las empresas del tabaco, que ya se han mostrado claramente en contra. El pasado seis de septiembre los estanqueros de toda la UE manifestaron su descontento con una serie de protestas. Entre ellas, la de tapar con una sábana el género de los estantes.

Además de ocultar el producto, la propuesta europea va mucho más allá. Llega a imponer hasta el diámetro exacto que deberán tener los cigarrillos en un futuro. Han de ser cilíndricos y con un papel totalmente blanco. Esto podría provocar que los cigarros extrafinos desaparezcan, al igual que los filtros, que hoy en día son de color anaranjado.

El presidente de la unión internacional de cultivadores de tabaco (Unitab), el extremeño Pedro Sánchez-Várez, afirma tener una gran preocupación por el avance de la propuesta de la Comisión Europea. «Va a ser un golpe muy duro», explica, al tiempo que añade que afectará considerablemente a los agricultores que viven del tabaco. «Ya teníamos dificultades y ahora llega esto».

Sánchez es partidario de que cada cual elija. Es decir, «quien quiera fumar, que fume». Subraya que se sabe que es malo, pero cree que los ciudadanos deben tener capacidad de elección. Sospecha que una vez que esta medida se imponga aumentará de manera considerable el contrabando, que perjudicará también a las arcas del Estado puesto que las cajetillas ilegales no pagan impuestos. Además, el presidente de Unitab confiesa tener miedo porque pronostica que van a desaparecer muchos productores de tabaco en Extremadura.

Sobre esto ya se expresó el jueves de la semana pasada la Asamblea de Extremadura, que mostró su apoyo a la defensa del cultivo de tabaco en la región. Los diputados de los tres grupos políticos estuvieron de acuerdo en esta necesidad de que la producción continúe en el norte de la provincia de Cáceres. Además, se va a pedir al Gobierno central que apoye al sector para que la revisión de la directiva europea se haga de forma consensuada con todos los agentes implicados.