Las 2.200 farmacias de la provincia de Barcelona han creado una red pionera en España para controlar el uso de fármacos como drogas recreativas y el abuso que realizan algunos consumidores de tranquilizantes y analgésicos, según anunció hoy el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COFB), Joan Duran.

En esta red de vigilancia, denominada Observatorio de Medicamentos de Abuso, participarán las farmacias de Barcelona, aunque se espera que en pocos meses puedan sumarse las de toda Cataluña. «Actuarán como sensores para evitar el uso fraudulento e inadecuado de estos fármacos», señaló Duran.

Los farmacéuticos se muestran preocupados por el intento de algunos usuarios de hacerse con medicamentos que están a la venta con receta médica pero que, en dosis inadecuadas, algunos utilizan para buscar efectos alucinógenos y para desinhibirse en un entorno puramente recreativo.

A pesar de que esta situación es «minoritaria» en España, los farmacéuticos pretenden evitar así situaciones como las de Estados Unidos, donde «el abuso de medicamentos supera el de las drogas ilegales», aseguró el vocal de drogodependencias del COFB, Rafael Borràs.

Las personas que acuden a las farmacias con esta pretensión llegan con recetas falsas, robadas o incluso las piden directamente al farmacéutico. «En este caso, no sólo queremos negar el fármaco, sino facilitar información al usuario sobre los posibles riesgos», precisó.

FACILIDAD PARA CONSEGUIR RECETAS

El presidente del COFB, Joan Duran, señaló que los farmacéuticos no han cuantificado las recetas falsas, aunque denunció la facilidad para poder acceder a un talonario de este tipo, ya sea de forma fraudulenta o robándolo.

«En un hospital, ¿cuánto tiempo podríamos tardar en hacernos con un bloc de recetas o fabricarlas en una imprenta?», se preguntó Duran, quien señaló que «entre todos hemos ayudado a que se pierda el carácter de documento sanitario de la receta médica».

AUMENTO DE UN ANESTÉSICO DEPORTIVO PARA DROGARSE

Las farmacias de Barcelona han detectado un aumento de la demanda de cloruro de etilo para buscar su uso como droga recreativa, reconoció Borràs, quien no facilitó datos sobre las notificaciones que han recibido de este tipo en el colegio profesional.

Se trata de un anestésico tópico para deportistas que «aplicándolo en un tejido y esnifando el vapor que desprende» puede «provocar efectos estimulantes, dando síntomas de agresividad e irritabilidad», según Borràs.

Este experto también insistió en el uso de la ketamina, un anestésico de uso animal, ya prácticamente erradicado para humanos, cuya demanda aumentó en 2003 y 2004. La mayoría de los usuarios intentaba hacerse con esta sustancia presentando recetas falsas en las farmacias.

Otros fármacos que se llegan a utilizar como drogas recreativas son los que responden al principio activo del dextrometorfano, habitualmente utilizado para tratar la tos seca. Sin embargo, en dosis elevadas «puede tener efectos alucinógenos», explicó Borràs.

Además, este principio activo, cuando se combina con el éxtasis «potencia el denominado golpe de calor», una alteración que «dispara la temperatura corporal y que puede llegar a ser mortal», señaló este especialista.

También se llegan a utilizar el modafinilo y el metilfenidato, fármacos indicados para tratar la narcolepsia, un trastorno del sueño que causa excesiva somnolencia, con el objetivo de buscar efectos estimulantes.

En caso de tomarse en dosis elevadas, la codeína, utilizada también para tratar la tos y el dolor, puede producir alteraciones de la visión y síntomas de nerviosismo, aseguró Borràs.

ABUSO DE FÁRMACOS

La segunda línea de acción de este observatorio será la detección y notificación de aquellas personas que abusan de ciertos fármacos, especialmente de tranquilizantes y analgésicos, y pueden llegar a depender de estas sustancias.

«La mayoría de estos usuarios no sigue la pauta del tratamiento indicada por el médico y lo toman más allá de lo aconsejado, mientras que otros se automedican», según Borràs. Se calcula que 1,5 millones de españoles podría estar haciendo un mal uso de los tranquilizantes.

ELEMENTOS DE SOSPECHA

Aunque algunos de estos usuarios llegan a las farmacias con recetas prescritas por los médicos, los farmacéuticos «pueden detectar si estas personas abusan realizando preguntas directas», explicó Borràs.

«Algunos te preguntan de forma insistente si interacciona con el alcohol, con lo que aquí ya puedes entrever alguna dependencia» y «además puedes detectar elementos de sospecha en el comportamiento y la actitud de la persona», añadió.

Este observatorio, que pretende establecer un perfil de este tipo de usuarios y crear informes sobre las tendencias inadecuadas sobre el uso de estos fármacos, también analizará la venta de medicamentos que se ofrece en Internet y que pueden ser para uso recreativo.