Los hijos de las mujeres con historial de tabaquismo tienden a nacer con una considerable menor talla y peso que el resto de los bebés, así como con un menor perímetro craneal que es a su vez fiel reflejo del tamaño del cerebro, según han corroborado varios estudios científicos en los últimos años que acaba de difundir la Sociedad Madrileña de Neurología y Cirugía Torácica (Neumomadrid).

En este sentido, el presidente de Neumomadrid, Dr. Carlos Jiménez Ruiz, señaló que lo significativo no es tanto este retraso como el hecho de que estos niños tenderán a mantener esa desventaja inicial durante al menos los primeros años de vida.»No sólo en cuanto al crecimiento y desarrollo físico sino, lo que es más importante, en cuanto a maduración intelectual», añadió este especialista. En cualquier caso, precisó que no se puede deducir con absoluta certeza que los hijos de madres fumadoras o expuestas al humo del tabaco vayan a ser más inteligentes.

Sin embargo, lo que sí es un hecho comprobado es que fumar durante el embarazo triplica las posibilidades de que nazca un niño hiperactivo y con falta de atención en el futuro, lo que puede repercutir en su desarrollo intelectual durante una etapa tan esencial en la vida de una persona como la primera infancia.

Además, el Dr. Jiménez Ruiz recordó que el tabaquismo durante el embarazo se ha relacionado con una mayor probabilidad de partos prematuro y de un incremento entre el 25% y el 35% de la probabilidad de aborto espontáneo y de mortalidad perinatal.