Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Duke (Estados Unidos), ha descubierto que los adolescentes y jóvenes adultos con problemas mentales derivados del consumo de alcohol presentan un cortex prefrontal reducido en relación al tamaño cerebral medio.

Esta zona del cerebro concentra capacidades con el pensamiento complejo, la planificación, la inhibición, o la regulación de las emociones.

Hasta ahora se sabía que los desórdenes psicológicos ligados al alcohol estaban asociados con anormalidades en el cortex prefrontal, el tálamo y los hemisferios cerebrales en adultos. Esas mismas estructuras cerebrales se mantienen en proceso de maduración durante la adolescencia.

Ahora, esta nueva investigación, que se publica en el último número de la revista Alcoholism: Clinical & Experimental Research revela que un cortex prefrontal reducido en tamaño se asocia directamente con una iniciación temprana a la bebida.

Los autores del estudio subrayan la necesidad de investigar en el futuro para determinar si un cortex prefrontal reducido representa un factor de vulnerabilidad previa, o una consecuencia, de la incorporación a edades tempranas al consumo de alcohol.