La Organización Médica Colegial (OMC) ha considera que, «de momento», no hay justificación científica para que se valore el uso terapéutico del cannabis, y, por tanto, exige que éste disponga de un «respaldo científico sólido», se someta al control estricto de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) y se sigan los procedimientos habituales establecidos para cualquier otro fármaco.

En estos términos se ha referido la Asamblea General de la Organización Médica Colegial que ha refrendado, por unanimidad, un informe del Observatorio de la Prescripción de la OMC sobre el uso terapéutico del cannabis, donde se recuerdan sus posibles efectos adversos para el sistema nervioso central, que pueden provocar alteraciones psíquicas, además de sus repercusiones en el aparato respiratorio.

Esta misma semana, la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso de los Diputados ha dado luz verde a la creación de una subcomisión para analizar la posible regulación en España del uso terapéutico del cannabis y derivados, a partir de una proposición no de ley impulsada por Ciudadanos.

Estudios en contra de su uso

La OMC recuerda que «aprovechando el vacío legal existente, prolifera el cultivo de esta planta, al igual que la oferta de productos agroquímicos y fitosanitarios, su venta por internet, su publicidad directa, etc. Todo ello forma parte de una industria expansiva que mueve anualmente cifras exponencialmente crecientes. No en vano, España se ha convertido en el segundo país europeo en consumo de cannabis, sólo por detrás de Francia».

La organización nacional también se muestra reacia a la proposición no de ley presentada por Ciudadanos en el Congreso, el pasado mes de febrero, que afirma que el cannabis ha demostrado importantes efectos antieméticos capaces de prevenir las náuseas y vómitos asociados a numerosos tratamientos; que es capaz de mejorar el dolor neuropático y la espasticidad de la esclerosis múltiple y para la epilepsia.

Al respecto recuerdan que se disponen de otros medicamentos indicados ante la emesis inducida por la quimioterapia en pacientes oncológicos, sin esos efectos secundarios anteriormente aludidos y sin relación con el uso del cannabis; igualmente, para el dolor neuropático, ninguna guía internacional recomienda derivados del cannabis, y tampoco se encuentran evidencias científicas para su utilización en el caso del tratamiento de las epilepsias.