Los Colegios de Médicos y Enfermería de Cantabria han expresado su malestar por la «lamentable utilización» que se está haciendo de los pacientes y la «manipulación» de la negativa de los profesionales a dispensarles la metadona en los centros de salud.

Los profesionales, aseveró Pablo Corral, presidente del Colegio de Médicos, «nunca» se han negado a atender a estos pacientes, a los que tratan por otras dolencias pero esta forma de dispensación, «que se ha vendido como una medida de normalización para estos pacientes», no es tal, ya que por ejemplo la dispensación no está acompañada de medidas psicosociales. «El programa en su concepción actual no va a aportar nada sino se acompaña de un programa terapéutico», recalcó.

Asimismo, Corral criticó que se pretenda comparar este programa con la dispensación de metadona en algunas farmacias debido a que los pacientes que reciben esta sustancia en las mismas están «totalmente integradas» y no presentan «ningún tipo de conflictividad».

Efecto llamada

Por su parte, la presidenta de la institución colegial de Enfermería, Asunción González, alertó del «efecto llamada» que puede tener la presencia de metadona en los centros de salud, no para los pacientes que ya la reciben sino para otros, puesto que «existe un mercado negro de metadona».

Por ello, rechazó que se pretenda dejar en los centros de salud las dosis para varios días en lugar de llevarlas diariamente, algo para lo que hay medios, puesto que «todos los días hay un transporte de recogida y entrega de sangre». Recordó que se ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo para que se determine si se ha realizado evaluación de riesgos en los centros de salud designados para iniciar el programa.