Los menores de 14 a 18 años que sean sancionados administrativamente por consumir drogas en la vía pública tendrán la opción de conmutar el pago de la multa por un tratamiento en un centro especializado como los Centros de Atención a Drogodependientes de Extremadura (Cedex) o por diez sesiones o terapias de carácter preventivo, dos de ellas con sus familias, con técnicos en prevención de drogodependencias.

Estas medidas, que serán voluntarias, se incluyen en el nuevo programa psicoeducativo que la Consejería de Sanidad tiene previsto poner en marcha a partir del próximo mes, una vez firme el convenio con la Consejería de los Jóvenes y la Delegación del Gobierno, organismo competente en materia de Seguridad Ciudadana, según adelantó ayer el secretario técnico de Drogodependencias del Servicio Extremeño de Salud, Quintín Montero.

El consumo de drogas por parte de los menores, sobre todo de alcohol, es en estos momentos la principal preocupación de las autoridades, tal y como constataron ayer Quintín Montero y la delegada del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas, Nuria Espí, en la visita que ésta realizó a distintos recursos de la red asistencial en Badajoz, como el centro penitenciario, el Cedex de Valdepasillas y el centro de reforma de menores Marcelo Nessi.

Nuria Espí estuvo por la tarde en la comunidad terapéutica de Villanueva de la Serena, donde está previsto que hoy inaugure el II Congreso sobre adiciones de Extremadura, que se celebrará en el Cortijo de Santa Cruz.

La responsable gubernamental reconoció que la última encuesta realizada por el Plan Nacional de Drogas «da unos resultados para que estemos en alerta en el consumo de alcohol por menores», por lo que se llevará a cabo una campaña estatal orientada a este colectivo, que no se quedará sólo «en el tema gráfico o publicitario» sino que buscará «unificar esfuerzos». Para ello se llegará a acuerdos con las comunidades autónomas y las oenegés en el ámbito escolar, con el fin de «universalizar el mensaje y diseñar de forma práctica cómo nos vamos a dirigir a las familias».

En este sentido explicó que «la prevención no puede empezar a los 12 años como se ha hecho hasta ahora, sino que tiene que empezar en Primaria».

Desde el Plan Nacional se ha visto que el consumo de alcohol en menores empieza cada vez antes y que estos no tienen percepción del riesgo. Espí reconoció que algunas campañas dirigidas a los adolescentes han permitido «reducir el número de accidentes de tráfico, pero no han conseguido que entiendan que el planteamiento debe ser el de tolerancia cero». Y esto, según dijo, sólo se consigue a través de un proceso de educación «no porque lo marque una ley».

Por su parte, Quintín Montero explicó que en Extremadura hay una población menor de edad que no acude a los recursos existentes. Por ello, en los dos últimos años se han creado programas muy específicos de corte preventivo y asistencial en zonas de especial vulnerabilidad, como los barrios de la margen derecha en Badajoz, y otros programas selectivos.

Recientemente se firmó un convenio con la Fiscalía de Menores de Cáceres y Badajoz para que aquellos penados que tengan que cumplir medidas extrajudiciales «en los que se detecte que hay un consumo de drogas» puedan someterse de forma voluntaria a tratamientos.

Desde el 2009 se lleva a cabo otro programa en el centro de reforma de menores Marcelo Nessi.

En Extremadura son atendidas actualmente 5.000 personas en la red asistencial, el 60% en los Cedex. El mayor número es por consumos de mezcla (cocaína y heroína), seguido de alcohol y en tercer lugar cocaína. La edad media aproximada del drogodependiente son 34 años.

La región recibirá este año cerca de 600.000 euros del Estado para programas de drogodependencias, cantidad a la que sumarán los fondos por decomiso que se reparte entre las comunidades autónomas, que superará los 217.000 euros que recibió Extremadura en el 2010.