Los niveles elevados del receptor D2 de la dopamina tienen un efecto protector al disminuir el consumo de alcohol en personas de alto riesgo con historia familiar de alcoholismo. Esto explicaría por qué algunas personas con antecedentes de alcoholismo terminan desarrollando esta adicción y otras no. El estudio, coordinado por Nora Volkow, del Instituto Nacional para las Toxicomanías de Estados Unidos, se publica en Archives of General Psychiatry.

Investigadores del Instituto Nacional de Toxicomanías de Estados Unidos y del Laboratorio Nacional Brookhaven, de Nueva York, coordinados por Nora Volkow, han hallado el motivo por el cual algunas personas con historia familiar de alcoholismo desarrollan este problema y otras no. Según el trabajo, que se publica en el último número de Archives of General Psychiatry, los niveles elevados de receptores D2 para la dopamina pueden tener un efecto protector y disminuir el riesgo de desarrollar alcoholismo.

«Estos actúan sobre los circuitos cerebrales implicados en la inhibición de las respuestas físicas a la presencia de alcohol. Esto significa que los tratamientos que elevan los D2 pueden ser especialmente útiles en los pacientes con alcoholismo», explica Volkow. Los investigadores habían demostrado que el aumento de D2 mediante manipulación genética reduce el consumo de alcohol en ratas con alcoholismo o acostumbradas a tomar grandes cantidades de alcohol, ya que actúan modulando la motivación para beber alcohol.

En el presente estudio, el equipo de Volkow comparó el número de receptores en 16 personas no alcohólicas sin historia familiar de alcoholismo y en 15 no alcohólicos con historia familiar de la enfermedad. A todos los participantes se les realizaron tomografías por emisión de positrones y se les administraron dos trazadores radiactivos para determinar los niveles de receptores D2 y de glucosa en el cerebro. La prueba demostró que los niveles elevados de D2 en los pacientes con historia familiar de alcoholismo, especialmente en la zona frontal, eran un 10 por ciento más elevados que los de los que no tenían historia familiar de la enfermedad, ejerciendo un efecto beneficioso y evitando que estas personas terminen siendo alcohólicas.