El 3 por ciento de la población mundial (185 millones de personas) ha tomado drogas ilícitas en el último año. Entre las que más se abusa, destacan los estimulantes anfetamínicos, con 38 millones de consumidores (ocho millones de los cuales consumen éxtasis), junto con los opiáceos (heroína, morfina y opio, con quince millones de personas), seguidos de la cocaína (trece millones).

Pero con mucha diferencia, la sustancia de la que más uso indebido se hace es el cannabis (más de 150 millones de personas lo consumen al menos una vez al año). Son datos del Informe Mundial sobre las Drogas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd), un detallado análisis de las tendencias del mercado, producción, tráfico e incautación de estupefacientes en el mundo y presentado la semana pasada en Moscú, Rusia.

Antonio María Costa, director ejecutivo de la Onudd, subrayó durante su presentación la buena noticia de que «tras el importante aumento del uso indebido de drogas registrado en los últimos cincuenta años, se ha ido reduciendo en intensidad». Así, menos de un adulto de cada treinta ha consumido drogas ilícitas en los últimos doce meses. No obstante, la cantidad de personas que consumen tabaco es siete veces mayor (1.300 millones de personas), «lo que representa la pasmosa cifra del 30 por ciento de la población mundial».

Impacto en la salud

En lo que atañe a la repercusión en la salud, los opiáceos son el problema de drogas más grave. A ellos se debe el 67 por ciento de los tratamientos de rehabilitación en Asia, el 61 por ciento en Europa y el 47 por ciento en Oceanía. En Asia sudoriental las metanfetaminas se han convertido en la droga más problemática.

La cocaína sigue ocupando el primer lugar de la lista en el continente americano, aunque en Estados Unidos ha ido disminuyendo su uso indebido entre los estudiantes. En África, la mayor demanda la motiva el cannabis (65 por ciento). En 2000 el uso indebido de drogas motivó el 0,4 por ciento de las muertes. «Sin embargo, el tabaco se cobró veinticinco veces más vidas (4,9 millones), lo que equivale al 8,8 por ciento del total de fallecimientos. Si se utiliza el criterio de los años de vida ajustados en función de la discapacidad, el uso indebido de drogas habría causado la pérdida de 11,2 millones de años de vida sana, pero el tabaco hubiera causado una pérdida cinco veces mayor (59,1 millones)», subrayó Costa.