El presidente de Ibertabaco y de la Mesa por la Defensa del Sector, Higinio Burcio, confirmó ayer que las agrupaciones de productores extremeños presentarán una denuncia ante las autoridades europeas de Competencia contra las cuatro empresas de primera transformación que operan en España: Cetarsa, World Wide Tobacco España (WWTE), Taes y Agroexpansión. Burcio acusa a estas industrias «ponerse de acuerdo de nuevo en precios y cantidades» para constituirse en un cártel y repartirse el mercado.

Estas cuatro manufactureras compran unos 41 millones de kilos de tabaco, la mayoría de los cuales se cultivan en Extremadura. Burcio llamó «mafiosos» a los directivos de estas compañías, de quienes dijo que «ya tenían que estar en la cárcel». Cetarsa es una empresa pública y tiene el 65% del mercado, mientras que las otras tres son filiales de compañías multinacionales.

HORQUILLA DE PRECIOS

Según Burcio, las empresas se han puesto de acuerdo en Anetab –la patronal– para ofrecer a los productores una horquilla de precios de la que resultará que de media se pagará a los cultivadores entre 48 y 60 céntimos de euro por kilo, lo que supone una reducción del 40% con respecto a la campaña pasada. La Dirección General de Competencia de la UE ya investiga a estas empresas por formar un «cártel sofisticado» entre los años 1996 y 2001. El objetivo era, según la UE, no hacerse competencia y controlar los precios. Este proceso está pendiente de resolución.

El dirigente de UPA-UCE José Cruz dijo que la contratación del tabaco, que finalizó el 30 de junio, ha sido «a cara de perro y humillante» para los productores, a quienes no ha quedado más remedio que aceptar la oferta presentada para no perder las ayudas comunitarias. «Si la situación no se reconduce, auguramos una campaña de entrega con mucha tensión», dijo Cruz, quien pidió al Ministerio de Agricultura y a la Junta que tomen la iniciativa de reunir a todos los agentes para analizar el futuro del sector.

Por su parte, Angel Miguel Rubio, presidente de Tabares, manifestó que «contratar el tabaco no significa que el sector vaya hacia adelante». «Seguimos sin saber nada de la Junta de Extremadura», explicó Miguel Rubio, quien se mostró muy crítico con el Ejecutivo autónomo. Los productores echan en falta que tras el desgaste que han supuesto las protestas contra la reforma del sector en los últimos meses, se les haya dejado «tirados como una colilla» y las administraciones no hayan liderado el debate sobre el futuro del sector.

«Se nos ha puesto delante una tabla de precios que no aceptamos», indicó Angel Miguel Rubio. Este puso como ejemplo lo sucedido en Italia, donde tras aprobarse la reforma el ministro de Agricultura se ha sentado a dialogar con industrias y regiones productoras.