Las pruebas utilizadas para medir la dosis de pureza de una pastilla de éxtasis y que se emplean con frecuencia en discotecas y pubs como mecanismo para evitar intoxicaciones no son seguras, según los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Florida en Gainesville (Estados Unidos).

Estos equipos están disponibles en todo el mundo, principalmente su venta se ha realizado a través de internet. Formados por uno, dos o tres botes, están diseñados para ser transportados a distintos lugares. Se componen de reactivos que cambian de color en contacto con sustancias químicas de la familia del éxtasis.

«Pueden crear un falso sentido de seguridad», comentaron los autores del trabajo a New Scientist. Rebecca Murray, una de las investigadoras, explica que estos equipos están mal diseñados porque la tabla de colores no ofrece una buena correspondencia con los observados en la realidad. Además, valorar esos cambios es muy subjetivo y especialmente si las condiciones de luz varían.

Ian Baker, de DanceSafe, la sociedad de San Francisco que financia estos equipos argumentan que «las instrucciones del «test» son muy explícitas sobre sus limitaciones». Pero mientras que el éxtasis siga siendo ilegal una prueba imperfecta es mejor que no tener nada. «Nosotros intentamos evitar dar a los usuarios un sentido de falsa seguridad».

El equipo de Murray ofreció ocho pastillas a dos personas que nunca habían utilizado estos equipos. Ninguno sabía de qué eran los comprimidos. Dos de ellos, contenían éxtasis mientras que el resto estaban compuestas por sustancias que habitualmente se encuentran en esas píldoras como morfina, cafeína, quetamina y d-norpropoxifeno.

El primer usuario valoró siete de las pastillas, incluidas aquellas que contenían éxtasis, como comprimidos que no contenían la droga. Una píldora que el examinador creyó que contenían éxtasis en realidad tenía morfina.

El segundo participante pensó que seis muestras contenían éxtasis, este examinador era un toxicólogo de la Universidad de Florida que dijo que «había fracasado rotundamente». Estos resultados fueron presentados la semana pasada en una conferencia de la Academia Americana de Ciencias Forenses en Chicago.

Ámsterdam fue el primer lugar donde la compañía EZ Test comenzó a publicitar el equipo y han vendido alrededor de 300.000 «tests» en todo el mundo en los últimos seis años.