La Comunidad de Madrid ha editado 10.000 ejemplares de una guía-carpeta que ofrece recomendaciones y consejos para ayudar a los madrileños a dejar de fumar, dirigida fundamentalmente a médicos de familia y profesionales sanitarios y con la que se busca potenciar el papel de los centros de salud en la prevención, tratamiento y deshabituación tabáquica.

   La directora general de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud de la Comunidad de Madrid, Patricia Flores, presentó hoy la guía, que consta de una parte con recomendaciones clínicas para los profesionales sanitarios y una segunda, a su vez dividida en cuatro fascículos, para entregar a los fumadores en función de su predisposición a abandonar el cigarrillo –razones para dejar de fumar, estoy dejando de fumar, prevención de recaídas y ayuda farmacológica–. Los materiales han contado con el apoyo de diferentes instituciones y sociedades científicas.

   Y es que hasta la fecha, los centros de salud vienen realizando varias actividades preventivas sobre el tabaquismo, y en concreto el servicio de atención del consumo de tabaco. Este programa preventivo contempla el consejo médico sobre el abandono del tabaco sustentado en los beneficios de salud, así como la información del profesional sanitario sobre habilidades para afrontar la deshabituación, los hábitos alimentarios y ejercicio adecuados o, en su caso, información sobre alternativas al tratamiento farmacológico.

   Flores indicó que la Consejería de Sanidad mantiene su apuesta de potenciar los programas de prevención del tabaquismo y de ofrecer asistencia en la deshabituación, como se refleja en los objetivos de estos materiales informativos. «Servirán de ayuda a los profesionales sanitarios en el objetivo de ayudar a los fumadores a dejar de fumar o que avancen en su etapa de cambio para dejarlo, así como aumentar los recursos de autoayuda y educación sanitaria en el tabaquismo», destacó.

PATOLOGÍAS DEL TABACO

   En la Unidad Especializada de Tabaquismo de la Comunidad de Madrid, centro de referencia tanto para la Atención Primaria como la Especializada, se atiende a los pacientes que, según el criterio establecido, son derivados desde los centros de salud.

   Según datos regionales, casi el 60 por ciento de los fumadores que acuden a la Unidad consiguen abandonar el consumo de tabaco. Recientemente, una investigación de este dispositivo ha recibido sendos premios al del Congreso Nacional de Tabaquismo a la mejor comunicación oral y a la investigación científica sobre el uso de la vareniclina como tratamiento para dejar de fumar.

   La estrategia para el abordaje de tabaquismo en la Atención Primaria incluye también un apartado dirigido a la formación de los profesionales sanitarios así como el consenso con las sociedades científicas vinculadas con el tabaquismo.

   Asimismo, en el marco del servicio de atención a pacientes adultos con Enfermedad Pulmonar Obstructiva (EPOC), los profesionales sanitarios ya ofrecen información sobre la enfermedad y sus cuidados, lo que incluye estrategias para disminuir la disnea (dificultad de respiración) o el uso de inhaladores.

   Por su parte, el Programa Regional de Prevención y Control de Tabaquismo de la Comunidad de Madrid, que coordina la Dirección General de Atención Primaria, cuenta con líneas estratégicas para ayudar al fumador, así como actuaciones dirigidas a la prevención del inicio del consumo de tabaco.

MENOS FUMADORES

   Según datos aportados por Flores durante la presentación de la guía antitabaco, 450.000 madrileños han dejado de fumar en los últimos seis años gracias, entre otros factores, a las campañas de concienciación de la Consejería. «En cualquier caso, no podemos bajar la guardia», añadió, y matizó que dos de cada tres fumadores vuelven a recaer a corto o medio plazo.

   Según los últimos informes de la Dirección General de Atención Primaria, a través del Sistema de Vigilancia de Factores de Enfermedades No Transmisibles (Sivfrent-2008) se mantiene globalmente la tendencia descendente en el consumo de tabaco, y actualmente un 33,7 por ciento de los madrileños de 18 a a 64 años son fumadores habituales, destacando el hecho de que por primera vez las mujeres fuman más (34,3 por ciento) que los hombres (33,2 por ciento).

   En los hombres, el descenso de fumadores es homogéneo en todos los grupos de edad, mientras que en las mujeres aumenta el consumo en el grupo de edad de 45 a 64 años debido a la incorporación de las jóvenes fumadoras de los años ochenta.