Es una de las principales herramientas de lucha contra los devastadores efectos de las drogas: la formación y la prevención; y el aumento de la demanda ha sido espectacular en un año como muestran los resultados del programa ´Entre todos´ que desarrolla Proyecto Hombre y subvencionan los ayuntamientos de Málaga, Torrox y Alhaurín de la Torre.

Si en el curso 2008/2009 fueron 18 los centros, 119 los profesores y 3.671 los alumnos beneficiados en este 2009/2010 serán 29 centros, 220 profesores y 6.380 los menores que recibirán esta formación, explica la técnico en prevención de Proyecto Hombre, Virginia Pérez.

Pero es que además el descenso en la edad de inicio de consumo, que se sitúa ya entre los 12 y los 13 años, ha ´obligado´ y ´aconsejado´ a extender esta formación que tan sólo se impartía en Secundaria al último ciclo de Primaria, es decir, a quinto y sexto (once-doce años). La lenta pero progresiva disminución de la edad de inicio se constata en las diversas encuestas nacionales a población escolar del Plan Nacional sobre Drogas.

Las cifras y el contenido. Si el programa ´Entre todos´ se inició en el curso 2000/2001 en cinco centros, ofreciendo formación a 14 profesores y llegando a 220 alumnos, el crecimiento ha sido más o menos progresivo y paulatino hasta el presente curso donde se han disparado las peticiones. El Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Málaga ha apostado de forma decidida por la prevención en los colegios, al igual que los consistorios de Torrox y Alhaurín de la Torre. Proyecto Hombre ha atendido en estos diez años en prevención universal a más de 20.000 alumnos.

´Entre todos´ se entronca con la acción tutorial y trata de ayudar a los jóvenes malagueños a adquirir habilidades sociales de comunicación, de relación y de asertividad, a la vez que se trabaja sobre la autoestima, sobre su toma de decisiones, sus sentimientos y emociones, sus valores, su ocio, etcétera. También se les ofrece información sobre drogas, objetivo importante para aclarar conceptos y desmitificar consumos, efectos y consecuencias a medio y largo plazo. El objetivo último sería además proporcionar conocimientos sobre las sustancias que permitan adoptar una postura responsable frente al uso de las mismas, comenta Virginia Pérez.

«Nosotros formamos a los profesores y les facilitamos el material y los manuales para que ellos a su vez en tutoría ofrezcan estas sesiones a sus alumnos. Se trata de transmitirles una serie de herramientas y estrategias para que sepan decir que no ante determinadas situaciones y comportamientos de riesgo», subraya.

Juan Manuel Fernández es el tutor de 2ºA, (Segundo de la ESO) del centro Sagrada Familia en Ciudad Jardín. Fernández explica que deja a sus chicos, de los que se muestra especialmente orgulloso, hablar de lo que les preocupa en general. «Yo les hablo de cómo está el patio, no el patio del recreo, sino el otro patio, que está muy chungo. Les hablo como si fueran mis hijos y les aconsejo que sean totalmente autónomos y que no dependan de nadie. Les dejo que hablen de sus problemas. También hemos tratado el alcohol, las drogas y hemos trabajado la autoestima», dice. Pero los protagonistas son, sin duda, los escolares. «Yo he aprendido que no se puede consumir porque es malo para la salud y para el bienestar familiar», explica Francisco José Martín, de 15 años y alumno de esta clase.

«Nos han contado muchas cosas de las drogas y también de la autoestima. Nos mandan unas fichas que hacemos en casa con los padres y que luego entregamos al tutor. Yo le veo utilidad. Creo que ayuda bastante a los jóvenes», comenta por su parte Cristina González, de 14 años, que también está en segundo de la ESO.