Málaga encabeza la triste clasificación de las provincias andaluzas con mayores problemas en materia de adicciones. Ayer, el consejero de Asuntos Sociales de la Junta, Isaías Pérez Saldaña, revelaba en Ronda que la provincia registró el pasado año 34 fallecimientos por sobredosis, una cifra muy superior a las muertes detectadas en Sevilla (con 28 decesos) y Granada (con 13), que siguen a Málaga en esta trágica lista.

Este dato viene a sumarse además al incremento ininterrumpido de demandas de tratamiento de desintoxicación que registra el Centro Provincial de Drogodependencias de la capital. Durante los diez primeros meses de este año, el CPD de Málaga ha recibido un 14% más de peticiones de asistencia que en todo el 2001.

Lo cierto es que el número de fallecimientos como consecuencia del consumo de drogas en Málaga, lejos de reducirse, sigue incrementándose, y la heroína es la principal causante de estas muertes. En tan sólo dos años, el número de defunciones por sobredosis en Málaga se ha visto doblado, pasando de los 17 casos de 1999 a los 34 del pasado año.

Pérez Saldaña aseguraba ayer que tanto el exceso en las dosis como el consumo de sustancias adulteradas están tras las muertes de estas personas, en un 90% de los casos varones con un largo historial de consumo y una edad media elevada (40 años).

En Málaga, al igual que en Sevilla, casi la mitad de las defunciones se producen por consumo de heroína, una droga que pugna con la cocaína en letalidad, pues en más de un 30% de las muertes registradas también surge «el polvo blanco» como desencadenante. En realidad, la mezcla en el consumo de ambas sustancias es lo más común, por tanto no es extraño que ambas aparezcan como motivo del fallecimiento de los consumidores con años de adicción a cuestas y un considerable deterioro físico asociado al consumo.

Falla la prevención

Adicción y muerte. Dos circunstancias íntimamente asociadas a la drogodependencia cuando no existe un proceso de rehabilitación de por medio.

No sólo las cifras de defunciones deben provocar la alerta sobre consultas de drogas en la provincia. El número de demandas de desintoxicación que reciben los recursos públicos no cae. Es más, se incrementa.

El Centro Provincial de Drogodependencias de la capital ha registrado durante los diez primeros meses de este año 377 nuevos inicios de tratamiento, frente a los 342 del 2001.

¿Qué es lo que está fallando en la política de adicciones? Salomé Arroyo, responsable de los centros asistenciales de la Diputación Provincial, entre ellos el CPD, apunta que, una vez cubierta la demanda asistencial, resulta necesario dar otro paso y afrontar más decididamente la prevención.

“La información debe llegar a los niños desde la escuela, para evitar el consumo, y a la movida, para informar sobre sus perjuicios. Esa es la vía para lograr reducir los consumos”, indica Arroyo.