La Encuesta sobre alcohol y drogas en España EDADES (2017-2018), publicada en diciembre del pasado año, indica que el consumo diario de tabaco ha aumentado más de 3 puntos porcentuales en los dos últimos años. Un 34% de españoles reconoce haber fumado a diario en los últimos 30 días, cifras muy parecidas a 1997.

¿Hacen falta nuevos motivos para dejar de fumar? La ciencia no deja de darnos razones para hacerlo. La útima es un estudio que vincula el tabaco con el deterioro cognitivo en la población general. El declive cognitivo significa que la memoria de una persona, el razonamiento y otras funciones mentales se deterioran con el tiempo.

Esta investigación se ha presentado en las Sesiones Científicas sobre estilo de vida y salud cardiometabólica 2019 de la Asociación Americana de Epidemiología del Corazón y Prevención, un intercambio mundial de los últimos avances en ciencia cardiovascular basada en la población para investigadores y clínicos, que se celebra en Houston, Estados Unidos, esta semana.

Aunque el consumo de tabaco se ha relacionado con un mayor riesgo de deterioro cognitivo, es difícil medir el impacto que tiene fumar porque los fumadores son más propensos que los no fumadores a abandonar el estudio o morir antes del final de las evaluaciones a largo plazo, según el autor Aozhou Wu, estudiante de Epidemiología en la Escuela de Salud Pública Bloomberg del Hospital Johns Hopkins en Baltimore.

«Como consecuencia, es probable que las mediciones cognitivas de los fumadores en los estudios falten en otros análisis porque se pierden en el seguimiento», dice Wu. Wu y sus colegas adaptaron una metodología que considera la probabilidad de un fumador de abandonar un estudio o morir por causas relacionadas con el tabaco durante el periodo de evaluación para analizar el impacto cognitivo del consumo de tabaco entre 4.960 adultos que estaban libres de deterioro cognitivo al inicio de la investigación.

Los científicos siguieron a los participantes durante unos cinco años, con evaluaciones periódicas de la memoria de los participantes, la función del lenguaje y la capacidad de pensamiento lógico. Los autores utilizaron los nuevos métodos de estudio y compararon a las personas que nunca fumaron tabaco con los que fumaron un paquete de cigarrillos al día durante 25 años o más.

En ese punto, Wu y sus colegas encontraron que el efecto nocivo del tabaco en la cognición entre los fumadores era más del doble que habían observado utilizando los métodos de estudio tradicionales.

Nota: artículo original publicado en 20minutos.es